ADAM
Como fui tan ingenuo de creer que ella estaba buscándome para quererme y amarme, su respuesta no fue premeditada, salió de lo más profundo de su ser, por eso debía salir de aquel restaurante, no soportaba ver su rostro y como reacciono cuando lo dijo, Eleonor trato de cambiar sus palabras de inmediato, pero ya era demasiado tarde, ella realmente me odiaba y era momento de olvidarme de cualquier posibilidad de volver a quererla, salgo a toda prisa del restaurante queriendo estar completamente solo. Desde este momento mi vida va a cambiar y quiero eliminar las malas vibras que trajeron esos dos con su llegada.
Camino por toda la acera pateando una lata vacía, las calles estaban repletas de personas riendo y caminando de un lado para el otro, todos lucían felices con las cosas que hacían, mientras yo era una persona rota que cree que nunca llegara a ser querido por nadie, ni siquiera mi propia familia me quiere, si no lo hacen ellos ¿Quién más lo haría por mí? En estos momentos me siento identificada con la canción de Green Day Boulevard of Broken Dreams, estoy solo caminando por las calles y con el corazón malditamente roto.
Una sensación terrible inunda todo mi cuerpo ocasionando escalofrío, de nuevo estaba teniendo aquellos pensamientos que me llevaron casi al borde de la muerte, en ese momento entendí que debía volver donde una persona que podía ayudarme, detengo un taxi que pasaba por el lugar, le doy la dirección de donde quiero que me lleve y así lo hace, miles de posibilidades pasaban por mi cabeza, quería evitarlas a toda costa, pero no podía, seguían ahí mortificándome. Al llegar pago el taxi sin saber que billete entregue, corro hasta la entrada en busca de mi calmante, en el momento que abro la puerta, Grace y Gerald conectan su mirad con la mía, la pareja me estaba esperando.
- ¡Dios mi Adam me tenías asustada! – Grace se levanta del sofá para abrazarme.
- Lo lamento, pero debía estar solo por unos momentos. – Grace se separa de mí y me mira fijamente a los ojos.
- Es completamente entendible por lo que estás pasando cariño. - acaricia mi mejilla. – me encantaría poder desaparecer todo lo malo que te han hecho, solo quiero decirte que con nosotros siempre vas a poder contar y si necesitas desahogarte aquí siempre estará mi hombro para que lo hagas.
- Gracias Grace, te considero como una madre para mí. – de inmediato sus ojos se nublan por las lágrimas. – me has dado un techo en donde puedo dormir, comer, bañarme, etc. Nunca me olvidare lo que hiciste por mí, lo que hicieron por mí. - dirijo mi mirada a Gerald.
- También te queremos como un hijo, por esa razón queríamos desvincularte con cualquier cosa que tuvieras de tus padres, Gerald y yo teníamos planeado decírtelo, pero no se dio de la mejor manera.
- Seria magnifico, pero no hay nada que me desvincule de ellos, después de todo son mis padres y llevo su sangre. - sonrió con tristeza. - será mejor que vaya a mi habitación, estoy cansado.
- Claro, ve a descansar.
Dejo a la pareja solos en la sala, me detengo en frente de la habitación de la chica que me gusta, sin tocar la puerta la abro, todo adentro estaba oscuro, pero pude ver como de inmediato se levantó de su cama para recibirme, a paso rápido queda en frente de mí.
- Estaba preocupada por ti. – lucia afligida. Se me encogió el corazón verla así, no quería que ella sufriera por mí, un alma perdida.
- ¿puedo dormir contigo? - me atrevo a preguntar. Tampoco quería causar problema si alguien nos llegara a ver durmiendo juntos. Amber asiente y se hace a un lado para dejarme pasar. Me acuesto de un lado de la cama y ella en la otra. Solo me basto tenerla a mi lado para desahogar de todo lo que sentía en aquel momento. Sentí como contuvo la respiración cuando me escucho llorar. – no llores por mí. - me acomodo en la cama para tenerla de frente, algunas lágrimas rebeldes bajaban por sus mejillas.
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La gorditas también se enamoran
Teen FictionAmber Weys es una chica de 17 años con curvas prominentes y es por bien sabido que durante la etapa de la adolescencia los chicos suelen ser muy duros, el acoso escolar cada día es más grave llevando a Amber casi que a la locura, uno de los principa...