- Eso debió doler mucho. – dice Adam a mi lado. Nos encontrábamos yendo al hospital en donde se encontraba Jackson. Según Hugo lo habían ingresado de inmediato para verificar que no se hubiera roto algún hueso. Los chicos habían decidieron quedarse en casa porque se encontraban cansados.
- Así pareció. – respondo. – Jackson no dejaba de gritar.
- A mí nunca me ha sucedió eso, y espero que siga de esa forma. - se mofa.
- Es que hoy Jackson fue el más maltraído, creo que lo arrollaron más de cinco veces, pero lo bueno de todo esto es que ganamos y no va andar enojado todo el tiempo.
- Cierto, Jackson es muy obstinado con este tema de perder o ganar, lo más probable es que se presuma todo el tiempo, porque dos anotaciones fueron de él.
- Pero cuando se entere que gracias a Luke, enviándote aquel pase ganaron se escandalizara porque dirá que ese debía ser su momento.
- Ya llegamos chicos. – nos informa Hugo.
- Gracias Hugo. – digo despidiéndome del conductor.
- Aquí los esperare. – asentimos y entramos al hospital del lado de urgencias. Con la mirada buscamos a mis padres y Alisa. Los ubicamos en una esquina del lugar esperando.
- ¿y Jackson? – les pregunto al estar en frente de ellos.
- Aun no nos han dicho nada, estamos esperando aquí hace una hora. – responde Mamá. - ¿Cómo les fue Adam?
- Ganamos. – responde con una sonrisa. Mis padres se levantan y lo felicitan.
- Me alegro hijo. – le dice mi padre. – aunque al principio todo iba dirigido a que iban a perder.
- Sí, pero mientras el equipo este conmigo siempre ganaremos. – dice engreído.
- Bájale a tus humos NFL. – le bromeo. Nos sentamos al lado de Alisa la cual se encontraba viendo su teléfono.
- Me alegro de que hayan ganado Adam, estoy segura de que Jackson estará muy feliz por ello.
- Eso espero, o si no le vuelvo a romper la pierna.
- Buenas noches. – una mujer se nos acerca a nosotros muy sonriente y debía decir que era muy bonita. – soy la doctora Emma Thompson y soy fisioterapeuta, atendí a su hijo Jackson y debo decir que no fue absolutamente nada grave, pero deberá utilizar un soporte en la rodilla y deberá asistir a unas cuantas sesiones.
- Me alegra que se encuentre bien. – dice mi madre levantándose para darle la mano.
- No es nada, solo le daremos unos analgésicos para el dolor y pronto saldrá de aquí.
- Gracias Doctora. – le dice mi padre. - ¿podemos pasar a verlo?
- Claro, están en todo su derecho, acompáñenme. – la mujer nos acompaña hasta donde se encuentra mi hermano.
Al vernos sonríe, alisa corre a abrazarlo y a llenarlo de besos, mientras veo aquella escena sonrió de ternura. Se notaba que Alisa quería mucho a mi hermano.
- Dios, siento que me arrollo un camino. – dice Jackson.
- Literalmente lo era. – le contesto. – desafortunadamente saliste con vida. – me mofo. Mamá me pega y Jackson ríe.
- No digas ese tipo de cosas Amber, el diablo es malo.
- Tranquila Mamá, tendremos a Jackson para el rato. – sobo el lugar donde me pego.
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La gorditas también se enamoran
Teen FictionAmber Weys es una chica de 17 años con curvas prominentes y es por bien sabido que durante la etapa de la adolescencia los chicos suelen ser muy duros, el acoso escolar cada día es más grave llevando a Amber casi que a la locura, uno de los principa...