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- Es una lástima que sea nuestro último día aquí- vocifera Rebeca mientras toma el sol.

Por la mañana me había levantado junto con Ada, fue inevitable no sonreír al recordar la confesión de anoche, y aun no me lo podía creer, le gustaba al chico más guapo de la escuela y estoy segura que seré la envidia de muchas chicas, aunque algunas ya me ven con mala cara simplemente porque Adam se sienta con nosotros a la hora del almuerzo. Por fortuna no se encontraba nadie en la cabaña perno nada me asegura de que alguno de los dos innombrables entrara al lugar y nos viera abrazados. Primero tome una ducha para luego dirigirme al comedor del campamento, había una amplia variedad de desayunos y pues obviamente no la iba a desperdiciar. Me encontré con Rebeca la cual me dijo que fuéramos aun rio que hay cerca ya que la mayoría de los estudiantes se encontraban allá, acepte y ahora estoy sentada debajo de la sombra de un árbol viendo como todos se bañan porque yo no traje vestido de baño.

- Es lindo- digo mientras viendo todo a mi alrededor. - sería más tranquilo sin esta algarabía.

- Tu solo omítelos a todos y disfrutaras de lo hermoso del bosque.

- Oh Dios mío, rebeca, mira eso.

Del rio se encontraba saliendo nada más y nada menos que el profesor Cipriano, su torso estaba completamente descubierto y con gotas bajando con furor por todo su cuerpo, de la cintura para abajo un pequeño short de baño, no era la única que lo veía, todas las chicas en el lugar botaban la baba por aquel hermoso hombre.

- Aún sigo sin entender que le ven a aquel tipo- una voz de ultratumba nos espanta hasta el punto de casi levantarnos y correr.

- ¡Que carajos te sucede! – exclama Rebeca. detrás de nosotros se encontraba Jackson, Anthony, y Adam, este último me miraba con una ceja levantada y mandíbula tensa.

- Sí, yo tampoco sé que le ven a aquel tipejo. – comenta Anthony mientras hace una mueca de disgusto.

- Ustedes lo que son es un trio de envidiosos que no saben apreciar una verdadera belleza masculina. - les responde Rebeca con sorna. Me fue inevitable no reír.

- Se supone que tú eres lesbiana, deberías estar de nuestro lado. - le recrimina Jackson.

- Soy lesbiana Jackson, no ciega. – solo basto eso para romper en carcajadas. Ella siempre tenía una respuesta ingeniosa para contestarle a mi hermano.

- Ya dejen de verlo de esa manera- vocifera Adam, mientras se sienta a mi lado.

- ¿celoso Adamcito? - le pregunta Rebeca con petulancia. - peo primero déjame decirte que soy Lesbiana y tengo novia, si fuera hetero tampoco serias de mi gusto.

- Es una decepción, tenía planeado pedirte que fuera mi novia.

- ¿ustedes planean quedarse todo el día a tomar el sol? - pregunta mi hermano sentándose a mi otro lado.

- Yo si- respondo. - no traje un vestido de baño.

- Entonces tú me estás diciendo que vas a desperdiciar tu ultimo día de descanso por no tener un vestido de baño- especula Anthony. - eso sí que no querida- Tony me toma de los brazos y me ayuda a levantar del suelo.

- ¿qué haces Tony?

- Que no te vas a quedar aquí todo el día, te voy a dar un pequeño chapuzón.

- No Anthony, no- pero el chico ya me estaba arrastrando hasta llegar a la orilla del rio. - Anthony, tú me echas al lago y te juro que...- lo único que hice fue tragar agua. El muy mal nacido me había echado al agua con toda la ropa. Salgo a flote en busca de aire, pero al salir solo lo veo a él riéndose. - ¡Te odio! - le grito.

La gorditas también se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora