Mirada Especial [Hong Joshua] [TERMINADA]

C A P Í T U L O 6

En un pasado existían esos días, aquellos que podía disfrutar sin ningún problema y sin preocupaciones, pero en un abrir y cerrar de ojos todo cambió, cambió para siempre, ahora la oscuridad era su mejor amiga, aquella que siempre estaba a su lado, la que nunca la defraudaría.

TN se había despertado hace bastantes horas, horas esperando que su madre comenzara con la rutina diaria, pero tal vez aún no era hora de comenzar, quizá esa ocasión ya nunca comenzaría. Cerró sus ojos sintiendo un insoportable dolor de cabeza, esto ya comenzaba, el infierno tarde o temprano se desataría lento y doloroso, de esa manera sería la espera.

— TN, tengo cáncer...
···

— ¡Corre mas rápido TN! Nos descubrirán— Me tomó de la mano, y continuamos corriendo por las dos siguientes cuadras.

— ¡Alto! ¡Ya no puedo mas!— Solté su mano y puse ambas manos en mis piernas para recuperar la respiración.

— Amo Hallowen— me sonrió.

— Y yo detesto correr.
···

— ¡No! ¡Mi madre esta en casa!— le dije en un susurro

— ¿Y eso qué?

— Nos pueden descubrir y estaremos en problemas— me abrazó.

— TN...— Me tomó por la cintura y salió al patio.

— Hazlo, ya estamos aquí.

— Te amo.

— Y yo a ti...—Me beso para luego lanzarme a la piscina.
···

— Esto es genial, llegando tarde a tu primera quimioterapia.

— TN, ambos sabemos que nos retrasamos porque a alguien no le gusta salir sino esta presentable.

— No me culpes.

— Pero llegar tarde valió la pena— me tomó la mano y me guió a la sala.
···

— ¿Me prometes qué siempre pensarás en mi?— Le tomé la mano y le sonreí, aunque me costó demasiado.

— Siempre lo haré, siempre pensaré en ti, en todo lo que pasamos juntos, en todo, pero por favor, quédate un poco más, no puedes dejarme así, aún faltan muchas cosas por vivir juntos.

— Tranquila pequeña, sé que eso lo harás con otra persona, por favor, lo único que pido, es que seas feliz.
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—  ¡Mamá!

Aquel grito se había escuchado por toda la casa, hizo que la mujer se levantara del sillón y subiera rápidamente las escaleras sin preocuparle si podía caer o no, fue al rescate de su pequeña hija, quién se encontraban llorando desconsoladamente.

— Tranquila TN, ya estoy aquí ¿Si? Todo estará bien...— envolvió el cuerpo de la menor en sus brazos— Me preocupaste.

— Lo siento, lo siento tanto...— fue una de las disculpas más sinceras que a dado en años.

— No lo sientas. Las cosas pasan por algo ¿No? Además, no es tan malo que de vez en cuando desahogar las penas.

— Mamá...— se aferró al cuerpo de su madre, escondió su rostro en su cuello y se quedó en aquella posición durante unos  minutos— ¿Cómo sería si él estuviese aquí?

— No lo sé, ¿cómo crees tú qué sería?

— No permitiría que pasara todo el día en la cama. Vendría todos los días y me invitaría a comer un helado.

— Entonces así sería.

— Lo extraño mucho, me hace mucha falta. Debí haberme ido con él.

— A mí también me hace falta, me gustaría verte sonreír como lo hacías antes. Extraño nuestra antigua vida.