Lover ||Liam Payne||

Capitulo 13: Todo ha cambiado

Me quedé emboba mirándole. Seguía teniendo esos ojos verdes azulados que me volvían loca. Ya había pasado más de un año desde que le vi por última vez, y no pude evitar analizarle detenidamente: sus abdominales estaban más marcados, y había cambiado su look, ahora se había dejado el pelo más largo y se hacía una especie de tupé. Estaba realmente atractivo.

FLASH BACK

Las palabras de mis compañeros de clase volvieron a clavarse como dardos envenenados en mi interior:

-Eh tú, si, tú, la gorda.

-Mírala, no aparta la vista de vuestra comida.

-¡Corred! Coged vuestro trozo porque aquí viene la zampa bollos oficial del pueblo.

Todos los días tenía que escuchar los mismos insultos, delante de mi única amiga, Valentina, y de Héctor, el chico del que estaba enamorada desde que tenía uso de razón. Pero él estaba en otro nivel, era inaccesible. Cada día me era más difícil ir al instituto, así que decidí buscar un fin: dejar de comer. Un día, al llegar tarde a clase, Lucas me puso la zancadilla y caí de cabeza al suelo.

-Miradla, está tan gorda que no puede ni sostener su peso- y todos empezaron a reír.

Salí corriendo de la clase, y me encerré en el baño, y empecé a llorar en un rincón, deseando que desaparecer de este mundo cruel, en el que se criticaba a la gente sin conocerla, hasta que noté que alguien se sentó a mi lado:

-Yo no creo que estés gorda, ni que seas una comilona, ni que no puedas mantenerte en pie. Además, has adelgazado mucho- Alcé la mirada y era él, Héctor. Secó las lágrimas que caían en mi rostro- Vamos al parque, te vendrá bien un poco el aire.

Parecía que estaba en un sueño, Héctor, el chico más popular y codiciado de la clase había venido a consolarme. Fuimos al parque y nos sentamos en un banco, él se quedó mirándome fijamente a los ojos.

-Nunca me había fijado que tenías los ojos verdes, siempre pensé que eran marrones.

-Se me ponen verdes al llorar- solté una pequeña carcajada mientras limpiaba mis lágrimas.

-Me gustan- me regaló una gran sonrisa- En estos últimos días me he estado fijando en ti, en tu personalidad, y creo que te han juzgado sin conocerte, creo que tienes un gran corazón. ME siento muy culpable por no haberte defendido nunca.

-Muchas veces me dan ganas de dejar todo, de irme de este maldito pueblo y empezar de cero. O desaparecer, no sabes lo difícil que es vivir escuchando esos comentarios diariamente.

-No lo hagas, si no, ¿Quién me alegrará todas las mañanas? - abrí los ojos de sorpresa- Me encanta la cara de sueño que traes, es muy graciosa. Esta tarde tengo entrenamiento, si quieres, paso después por tu casa y vamos a merendar juntos, ¿Te parece?

FIN DEL FLASH BACK

Recordé aquel día, en el que se sinceró conmigo y empezamos a tener una relación más seria, y pronto empezamos a ser novios.

-Tú también estas muy cambiado- le di dos besos- ¿Cómo te va todo?

-Sigo entrenando, quiero volver a intentar entrar en la cantera. A ti ya te he visto en la tele- se rascó la nuca, gesto que hacía inconscientemente siempre que estaba nervioso- ¿Quieres salir a que nos dé un rato el aire?

-Vale- nos sentamos en el portal de casa de una amiga, él se encendió un cigarro y me dio unas cuantas caladas- Seguro que lo consigues, digo, entrar en la cantera.

- ¿Eres feliz? - le miré extrañada

-A qué viene eso...

-Estando tan lejos, no sé, quizás fuiste discriminada o algo... Creo que deberías haber hecho las pruebas para el conservatorio, mira, no ganaste. Serías una gran bailarina.