Playa, sol, arena, amor... Todo lo que me esperaba en este viaje. Acabamos de aterrizar, despues de unas cuantas horas de avión, lo peor es que hemos tenido turbulencias, pero Liam estaba ahí para abrazarme, es un amor. Todo huele a mar, puedo ver ese color tan azul del mar, y el sonido de las olas al romper en las rocas, mientras que Liam baja las cosas del taxi. Estamos en una de las islas más bonitas, y el hotel... es perfecto. Es de cuatro estrellas, con un trozo de playa privada, parece sacado de un sueño. Fuimos a recepción, había mucha cola, así que me senté encima de la maleta, Liam se volvió, y me vio, empezó a reirse.
-Llevamos sentados ocho horas,¿ y estás cansada?
-Mis pies son debiles- dije con cara de cachorrito.
-Levanta anda, somos los siguientes- nos acercamos al mostrados- tenía solicitada una habitación, a nombre de Andy Samuels- me guiñó un ojo, si hubiese reservado a nombre suyo, estaria todo repleto de fans- comprendo, si, aqui la tienen, quinto piso habitación 514.
-Vamos peque.
Subimos por un ascensor inmenso, había gente, pero no nos conocieron. Seguimos el pasillo hasta llegar a nuestra habitación, Liam abrió la puerta y yo me quedé boquiabierta: era una suite, con una cama inmensa de matrimocio, con dos mesitas a cada lado y una televisión enfrente, con varios sillones y un tocador, una puerta que daba a un cuarto de baño, con un jacuzzi y una gran ducha, otra puerta daba a una pequeña cocina americana, con dos sofas y una televisión. En frente de la cama, había una puerta cristalera que daba al balcón: inmenso, con unos bancos y una mesa de piedra.
-Liam, esto es... es fantástico, mil gracias.
-Todo lo mejor para la mejor- me abrazó y me besó- ahora a deshacer las maletas.
Nos pusimos manos a la obra, y en menos de una hora ya habíamos terminado, él se puso un bañador hasta la rodilla de adidas, y una camiseta, yo me puse mi biquini rosa chicle, unos vaqueros cortos y una basica negra. Fuimos a dar una vuelta por el paseo marítimo, andabamos cogidos de la mano, y de vez en cuando, Liam me daba en la nariz, a propósito, para hacerme estornudar.
-¿Quieres un helado?
-¿Y ponerme más gorda?
-Me gustas más gordita de lo que estás ahora mismo, ¿sabes que Niall me enseñó fotos tuyas antes de que tuvieras anorexia?
-Maldito duende- me puse colorada.
-Pues yo me hubiese enamorado igual de ti, eras preciosa, eres preciosa- yo sonreí y me acurruqué, entramos en la heladería- Una tarrina grande de nube, y otra de oreo.
Comimos el helado, sentados en los escalones que daban a la playa, me encantaban los momentos así con Liam. Volvimos pronto al hotel, estabamos cansados después de un vuelo tan largo, así que nos pusimos el pijama, bueno, mejor dicho, YO, me puse mi pijama de verano, ya que Zayn le había pegado a Liam el dormir en boxers. Me acurruqué en su pecho, y caí en un sueño profundo. A la mañana siguiente, me despertó una luz.
-Arriba, mira lo que he traido.
-Liam, un ratito más, porfi- UNA BARCA.
-Anda, ponte el biquini y nos vamos a la playa.
Bajamos a una de las playas privadas del hotel, extendimos las toayas y le eché crema por la espalda y luego por el pecho, es tan blanquito que hay que cuidarlo. Él me la echó por la espalda. Jugamos a las palas, yo me caeria al menos cinco veces intentando darle a la pelota, Liam se limitaba a reir.
-Mira que eres patosa.
-Hablo el perfecto.
-Es que lo soy- se estaba acercando poco a poco a mi.
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Lover ||Liam Payne||
Hayran KurguUn solo viaje, marco su vida. Un concurso, la sacó del más oscuro abismo, para llevarle a lo más alto. La historia de Alejandra, la chica que tras cruzarse con la mirada del joven Liam Payne, no pudo separarse de el.