-Mañana debo volver al trabajo, ¿Estarás bien sin mi?
-¿Y Rachel? -Habló con la boca llena de comida.
-No creo que venga a casa estos días, la verdad no sé. Siento como si me fuera a dejar a cargo de ti... -Giró los ojos.
-No soy un perro.
-No quise decirlo así. -Suspiró. -Tal vez debas conseguir un empleo también.
-¿Empleo? -Gritó casi ahogándose con la comida que consumía.-Yo nunca he tenido un empleo, ¿Estas loco?
Giró los ojos -No me estas hablando enserio.
-¡Te pagaré! ... En el futuro, claro esta. -Sonrió nerviosa.
Suspiró un poco enojado. -No sé porque hago esto,pero bien, lo haré.
-¿Hacer que cosa?
-Mantenerte, ¿Que más? -Sonaba enojado.-Si lo he hecho por tu hermana, supongo que tendré que hacerlo por ti también.
-Wo, espera. ¿Mantener a mi hermana?
-¿Acaso crees que el dinero proviene de los árboles? Tu hermana huyo de casa, no tiene empleo, ¿De donde crees que saca dinero para vivir?
-¿Y que se supone que haré mientras no esta nadie aquí?
-Asear la casa, lavar la ropa, hacer de comer. Sólo así podrás quedarte, ¿Entendiste?
Joy hizo puchero; había llegado a hacer ese tipo de cosas, pero sólo por castigo, en realidad tenía empleadas que le ayudaran con el aseo de la casa y no tenía porque preocuparse por eso.
Pasaron los días, las semanas, casi el mes; no había rastro de Rachel, ni una llamada acaso, y Joy comenzaba a ponerse cada vez peor, no sabia que tipo de vida estaba llevando, se sentía atrapada en una época donde conocía a algunas personas, pero ellos no la conocía a ella.
A Daniel, apenas y lo veía en las noches, cuando no podía dormir a causa de tantos pensamientos que la rodeaban. ¿Porque si su hermana la envió ahora la abandona?
-¿Cada cuando hacen el super aquí? Se están agotando las cosas. -Mordió su labio.
-Cierto, lo olvide. Rachel es quien hace las compras.
-Ella nos abandonó. -Bajó la mirada.
-No te desanimes, ella jamás haría algo como eso, seguramente sólo esta tratando de organizar las cosas para que tu puedas... -La miró de arriba hacia abajo- nacer.
Daniel sabia que Rachel no sólo se estaba tomando su tiempo por la visita inesperada de su hermana futurista, sino por aquella confesión del otro día.
Fue bueno para él, en cierto modo, pues también estaba confundido sobre lo que sentía.
-Toma. -Le dio una hojita de libreta.-Es un pequeño mapa de como ir desde aquí al supermercado más cercano. Compra lo que creas necesario. -Sacó unos cuantos billetes de su bolsillo.-Con esto alcanzará.
-¿Estas segura de que puedes caminar bien? Aún necesitas descansar más, mamá. -Le dijo ayudándola a sentarse en el sofá del living.
-Estoy bien, Rachel.
-Ya te dije que yo ayudaré a papá con los tramites de la adopción, necesitas descansar.
-Voy a criar otra hija, y esta vez lo haremos bien, necesito conocer a la madre, saber si es de mi agrado.
"Esta vez lo haremos bien". Rachel sintió como la sangre le hervía.
-Pero viajar en avión, no se si sea bueno para ti.
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El mismo cielo en una época diferente.
RomanceJoy O'Donell estaba viviendo un cuento de hadas con el hombre perfecto, Trevor Black, con quien llevaba tres años de romance. Estaban a sólo unos días de casarse y vivir felizmente juntos; pero la noche de ensayo para su futura boda... Joy desaparec...