—Tuve que sobornar al guardia para que me dejara entrar. Me debes una.
Esa misma noche Rachel había ido a ver a Daniel a rehabilitación para contarle un poco sobre la situación.
—Pudiste venir mañana.
—¿Y encontrarme con tu novia? —giró los ojos— ¡No, gracias!
—¿Qué tienes contra ella? —frunció el ceño— No te ha hecho nada malo, ella no tiene la culpa de nada.
—¿Eso crees? Pensé que me había llamado para informarme de tu situación, pero la tipa en cuanto me vio llegar al hospital comenzó a reclamarme cosas.
—¿Qué tipo de cosas? —le miró dudoso pues creía a Calipso una mujer inocente.
—Sobre Joy —confesó y la expresión del hombre se volvió otra, se tornó seria—. Dijo que Joy te estaba lastimando, pero que definitivamente no volverías con mi hermana porque ahora la amas a ella.
—¿Eso te dijo? —rascó su nuca— No entiendo, hace un rato se ofreció a buscarla por mi, para que pudiera verla.
Rachel lo miró reprobatoriamente, había llegado a un acuerdo de decirle donde estaba Joy sólo si ella lo quería también.
—¿Y le crees?, ¿O me crees a mi?
—No estoy seguro...
—¿Que les has dicho de Joy?
La verdad, aquella verdad que le duele aceptar.
—Que fue alguien muy importante en mi vida... —contestó casi susurrando.
—¿Fue? —suspiró— No lo sé Dan, a mi esa tipa no me da buena espina y...
—¿Viniste hasta acá para hablar de mi novia y ya? —le interrumpió un poco molesto.
Su novia.
—No —carraspeó—. En realidad he venido a hablarte de Joy, le comenté que quieres verla, le dije cosas buenas te ti, no te preocupes, puedo jurarlo, no le mencioné donde estás ahora.
—¿Qué dijo?
—Que eres un idiota —suspiró—. Bueno, mejor dicho, eso es lo que pienso yo. Daniel, los roles cambiaron ahora, después de como la trataste ella no quiere verte, ni aunque se trate del bebé.
—Por eso tengo que verla, debo explicarle todo, mi mal comportamiento... tengo que ser sincero.
—Debiste serlo desde que se presentó en tu casa —suspiró—. Para ella sólo han pasado un par de semanas desde que te vio joven, fuerte, enamorado de ella... Es difícil de asimilar que de pronto todo cambio, tú y yo somos viejos y que ya no sientes lo mismo por ella. Eres tan jodidamente importante ahora que ni siquiera ha arreglado los asuntos con nuestros padres.
—¿De qué hablas? Era la razón principal de su viaje.
—Si, pero parece ya no importarle —al fin tomó asiento en una silla junto a la cama de Daniel—. Hoy era su boda, huyo de casa para no casarse con Trevor y a él solamente se lo informó como si se tratase de algo menor. No le interesa ni en lo más mínimo como deben de estar las cosas ahora en la familia.
—Apuesto a que saldrá en el periódico de mañana. —bromeó.
—Eso es lo que menos me preocupa. Estarán buscando a Joy por cielo, mar y tierra, y tengo miedo de que la obliguen a casarse o la demanden, o lo que sea que mis padres son capaces de hacer. Ella es menor de edad aún...
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El mismo cielo en una época diferente.
RomanceJoy O'Donell estaba viviendo un cuento de hadas con el hombre perfecto, Trevor Black, con quien llevaba tres años de romance. Estaban a sólo unos días de casarse y vivir felizmente juntos; pero la noche de ensayo para su futura boda... Joy desaparec...