NOTA: Por favor escuchen la canción que les he dejado en multimedia; últimamente he estado obsesionada con ella, y no pude evitar pensar que le iba muy bien a la historia, así que el capitulo hace referencia a la letra. De verdad, escúchenla...
La tarde de películas culminó con una bastante cursi que increíblemente fue escogida por Isaac: Love, Rosie. La estresante historia de dos mejores amigos que todo el tiempo estuvieron destinados pero tiene que pasar la mitad de sus vidas para que se den cuenta de ello.
¿Era una indirecta?
—Alex fue un idiota toda la película. —dijo Joy mientras iba a la cocina a preparar el biberón de Erick.
—Ella fue más idiota, tuvo mil oportunidades para decirle lo que sentía y se hacía la tonta. —defendió su postura.
—Ugh —giró los ojos—, como sea; no sé como pudiste elegir esa película, me estresó demasiado todo lo que tuvieron que vivir.
—¿De qué hablas? —rió— Podría ser nuestra historia.
Joy lo miró sin reacción alguna.
—Dos mejores amigos que al final se gustan. —se puso de pie y caminó hasta ella.
—No es ni un poco similar. —sonrió forzadamente para hacer enfadar al otro.
—Bueno, quizá tengas razón —en un movimiento salvaje la tomó con un brazo de la cintura y la pegó a su cuerpo—. Yo logre estar contigo en menos tiempo que ellos. —sonrió de lado haciendo sonrojar a su novia.
—Tranquilo campeón, hay niños presentes —rió y le extendió el biberón—. Está listo, dáselo. Yo también iré arriba a alimentar a Danielle y ponerla a dormir. —le sonrió y lo dejó sólo en la cocina.
El pequeño Erick se durmió enseguida de que su padre lo arrullara después de beberse toda la leche que su madrastra había hecho para él. Isaac lo tomó entre sus brazos para llevarlo a su habitación, la cual compartía obviamente con la pequeña Danielle.
Al entrar al cuarto, el rubio se topó con la imagen de Joy amamantando a su hija, no era una imagen nada nueva para él pero era la primera vez que le hacía sentir algo más allá de la ternura.
—¿Se durmió tan rápido? —preguntó Joy.
—Si. —le respondió tratando de no verla mientras depositaba a su hijo en su respectiva cuna azul.
—Danielle ya ha tomado suficiente, pero mis pechos aún tienen mucha leche, están que revientan.
Isaac tragó saliva duramente.
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El mismo cielo en una época diferente.
RomanceJoy O'Donell estaba viviendo un cuento de hadas con el hombre perfecto, Trevor Black, con quien llevaba tres años de romance. Estaban a sólo unos días de casarse y vivir felizmente juntos; pero la noche de ensayo para su futura boda... Joy desaparec...