Bajo las Estrellas

Capítulo 28: "Situaciones incómodas"

Adam abrió sus ojos como platos y comenzó a caminar de un lado a otro rascandose la nuca

-¿Qué hacemos?- dijo mirandome con una cara desesperada

--No lo sé, nos encontrarán aqui sino hacemos algo pronto--dije cruzandome de brazos-- Fijate si mi madre sigue en el jardín-- caminé devuelta al balcón pero..... en unos cuantos segundos mi estupidéz hizo que tropezara con la mecedora y cayera del otro lado del barandal, tomé con fuerza el barandal y me aferré a él con mis manos, mi cuerpo estaba en el aire, por más que intenté subir no pude sólo logré que me cansara, estaba desesperada, si caigo seguramente acabaría en el hospital, el radiante sol irritaba mis ojos impidiendome ver claramente, solo veia manchas de distintos colores, queria gritar pero si lo hago todo se iría a la basura, otra vez junté fuerzas intentando subir pero no pude, ahora mis manos estaban sudando, era final, mi destino era romperme el trasero

Miré abajo y fue mala idea, sólo hizo que sintiera miedo de los metros que estaba del suelo, la señora Rebecca aún no se había dado cuenta de lo que estaba apunto de suceder, ella seguía regando las plantas, y Adam no podía verlo porque literal, estaba colgada del barandal, mis brazos estaban estirados y mis manos sudorosas estaban aferradas al barandal, hice el esfuerzo de impulsarme para verlo, y raramente lo logré

Adam estaba volteado de brazos cruzados, sólo veia su espalda y decía cosas que no logré entender, es tan estúpido que no se dió cuenta que me tropecé y ahora estoy a punto de caer y golpearme contra el suelo, el viento hacia que mi cabello se moviera de un lado a otro y que mi camisa hiciera lo mismo, hice el esfuerzo de subir mis piernas a el balcón, pero no hizo nada más y nada menos que me cansara más de lo que estaba, ya no tenía fuerzas para seguir sosteniendome del barandal, mis manos resbalaban del metal y mis brazos dolían horriblemente por mi cuerpo inútil que solo estaba inmóvil en el aire

Necesito condición física urgente

Era el momento de caer, simplemente ya no soportaba el cansancio y el dolor, tenía miedo, pero no como cualquier otro, era un miedo que hacía que llorara y temiera por mi vida

Miré a todos lados intentando buscar una forma de subir al balcón pero no había nada, creo que solo hay una forma de salvarme la cual traerá consecuencias, pero quiero vivir asi que...

-¡AYUDAME IMBÉCIL!- grité con las pocas energías que tenía. Adam volteó confundido hasta que su mirada cayó en mi después se sorprendió y corrió hacia donde estaba, la madre de Adam miró hacia arriba por mi grito y tiró la manguera horrorizada

-¡POR DIOS LYDIA ¿QUÉ HACES AHÍ?- gritó eufórica y corrió a la puerta para entrar a la casa, obviamente se dirigía a donde estabamos

-Ya no aguanto más, ayudame- dije mirando con desesperación a Adam, el tomó mis brazos con fuerza atrayendome hacia él, parecía que estaba haciendo mucho esfuerzo por subirme, sentí un gran alivio al ver que mis pies ya estaban pisando el suelo, abracé a Adam muy fuerte y él hizo lo mismo

-Soy un idiota, perdoname por favor, no me di cuenta de nada, sólo estaba ahogado en mis pensamientos, te quiero demasiado, te prometo que no pasará jamás- dijo en mi oreja sin dejar de abrazarme fuertemente, no respondí nada, sólo acomodé mi cabeza en su pecho, sentí como plantó un pequeño beso en mi cabeza y después su mano acarició mis espalda

-¿Qué pasó? ¿están bien?- dijo la señora Rebecca asustada, escuchamos su voz y rapidamente nos separamos
--Estamos bien mamá, tranquila-- dijo Adam rodeandola con su brazo --Me asustaron demasiado, hicieron que pensara lo peor, hijo porfavor tengan más cuidado no quiero que les pase nada malo-- dijo colocando su mano en su pecho. La señora Rebecca siempre ha sido así con todos, siempre se preocupa por los demás y cuida mucho de todos, por eso aunque no seamos familia la considero como mi tía o una segunda madre