Ahí estába yo, a punto de salir por esas puertas.
La idea de quedarme ahí y esperar a que todos se fueran me vino a la cabeza, pero recordé que hoy tenía un exámen parcial de español, así que obviamente tenía que salir si o si.
Respiré profundo ya vestida con la ropa que había traído mi madre, las piernas me temblaban como gelatina.
Vamos, para mi usar ésto es más que incómodo, soy muy conservadora.
Comienzo a contar.
1...2...3
Salí de los vestidores atrayendo la mirada de las personas que pasaban, si, la mayoría de chicos.
Iugh.
--Lindas piernas muñeca-- halagó uno observándome de arriba hacia abajo.
--Idiota.
Las miradas se intensifican haciéndo que deseara desaparecer de una vez.
Camino apresurada escuchando murmullos diciéndo que seguramente era una "zorra" al igual que comentarios obsenos que salían disparados de la boca de los chicos.
Demonios.
Llego al aula y toco de un ligero golpe la puerta con mi puño, recibiendo el sonoro《adelante》del profesor.
Abrí la puerta asomando mi cabeza.
--¿Puedo pasar?.
--Claro Stone, ya me avisaron lo que sucedió en el laboratorio, tome asiento-- habló comprensivo, demasiado a decir verdad que por un momento creí que era sarcasmo.
Caminé entre los pupitres sintiendo como la vista de todos caía sobre mi, ignoro por completo los susurros que se comenzaron a escuchar y me senté en el único lugar desocupado de ahí.
Lo bueno de ésto es que llegué a tiempo para el exámen y rara vez sabía la respuestas del todo el cuestionario.
♦♦♦♦
--Oigan, tenemos que juntarnos en una casa, la última vez fué genial en la de Lydia-- sugirió animada Suzzet.
--Oh ¿lo dices porque Sofía terminó ahogándose con los panditas y terminó vomitando?-- ironizó Hilda haciendo que todas riéramos excepto la morena cruzada de brazos.
--No se rían malditas-- gruñó frunciendo el ceño.
--Ya, disculpa-- farfullé risueña.
--Luego nos ponemos de acuerdo ¿okey? Debo irme, nos vemos-- se despidió Suzzet para caminar hacia su auto.
--Adiós-- nos despedimos al unísono.
Cada una se fué por su lado, yo me quedé en la entrada esperando a que mi padre llegase, ya que el idiota de mi mellizo se fué sin esperarme.
Ay no ¿porqué se le ocurre acercarse a mi?.
¿No le basta con lo que hizo en la mañana?.
--Después de todo, conseguí lo que quería-- musitó arrogante frente a mi --Verte así me dan ganas de...¿para qué te digo? Si ya lo sabes-- farfulló mordiendo su labio inferior.
--Eres un idiota, ah espera, eso todos lo saben, no me importa las palabras que vengan de alguien como tú-- hablé con repulsión --Así que ahórrate tus estúpidos comentarios de mierda y déjame en paz-- escupí dándole la espalda para comenzar a caminar.
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Bajo las Estrellas
Novela JuvenilUno no deja su pasado. El pasado nos sigue, porque fuímos y somos parte de ello. Puedo volver a sentir esa punzada en mi pecho, y el sabor metálico de la sangre resbalarse por mis labios, el dolor en mis piernas, y la sensación de caer en cualquier...