– ¡Kyaaaa! – El grito de ambas chicas no tardó en hacerse esperar. Shinomiya de inmediato alejó su rostro del de Mutsumi mientras intentaba calmar el incesante latido de su corazón y sentía como un fuerte sonrojo se apoderaba de su cara. Diablos, debió suponer que algo así pasaría teniendo a Shima y a Kae ahí.
– ¡Ah! ¡Me han perforado el tímpano! – Dramatizó el rubio. Es cierto, el grito había sido demasiado fuerte, no tanto para dañar el oído de las personas, pero Nanashima dio a exponer su punto de una manera sarcástica pero verídica. No obstante, ambas chicas le ignoraron mientras miraban sus celulares emocionadas.
– ¡No puede ser! ¡Esto es hermoso! – Comenzó a gritar la joven de cabellera negra purpurina – ¡Necesito imprimir esto en un poster para tener en mi cuarto! – Claro que aquello, era una referencia a la escena de Hayato y Asuma que pudo capturar en foto.
– ¡Déjeme eso a mí, senpai! – Fue Nishina la que habló esta vez – ¡Yo me encargaré de tener los posters más grandes para esta hermosa escena! – La pelinegra se ofreció muy amablemente para obtener tan preciados objetos. En realidad, por más que estuviese emocionada por aquello, también lo hacía por ver feliz a Serinuma.
– Ne, parece que se han perdido en su mundo de fantasías – Comentó Igarashi, haciendo que Mutsumi le mirara con una sonrisa, aun cuando no entendiera qué pasaba. Shinomiya por su parte, se sonrojó aún más mientras se tapaba la cara con ambas manos. Nanashima fue quien rió levemente ante aquello, pero en cuanto se dio cuenta se detuvo y se levantó brusco de su asiento.
– V-Voy un momento al baño – Avisó sin mirar a nadie realmente, mientras terminaba lo poco que quedaba de su helado antes de tirar el contenedor vacío a la basura, para dirigirse hacia los lavabos. Igarashi tan solo le vio irse, ahora sin importarle si Nana se daba cuenta que le miraba o no. Cuando el rubio rió ante su chiste, pensó que todo estaba arreglado, pero no era así.
– Ve con él, ustedes necesitan aclarar las cosas – Esta vez fue la voz de Mutsumi la que se dirigió hacia el pelinegro de segundo año. Igarashi lo meditó un segundo pero supuso que su senpai tenía razón. Siempre peleaba con Nanashima, pero ninguna pelea fue tan seria como la estaba siendo aquella. Ni siquiera cuando pelearon por Kae.
– De acuerdo – Aceptó por fin, mientras se levantaba de su asiento y se iba en dirección a donde el rubio había desaparecido. Shinomiya vio al pelinegro de cabellera corta retirarse cuando terminó su helado, y de nuevo sus ojos se posaron en la figura del chico de tercero que le seguía mirando con una sonrisa.
El castaño se aseguró de que las dos chicas siguieran enfrascadas con la foto que les había tomado, para que no se dieran cuenta de sus acciones. Aprovechando que los asientos eran tipo sillones, y que también Asuma tenía el brazo recargado arriba del respaldo, se acercó lo suficiente hasta quedar técnicamente pegado al chico, quien bajó su brazo al tener al menor tan cerca, abrazándolo de la cintura en el proceso.
Claro que tenía las mejillas sonrojadas. Claro que pensaba que el corazón se le saldría del pecho. Claro que sabía lo que estaba haciendo. Y en cierta forma, no le importaba. La cara de confusión en su senpai era bastante evidente, y a él no le importaba en lo más mínimo, mientras siguiese así no le importaría. Sabía que esas acciones no eran propias de él, pero al paso al que iban, ya estaba seguro de lo que le pasaba.
Sin deshacerse del abrazo, estiró el brazo derecho hasta que tomó la malteada en sus manos para después acercarla a él, y dirigir su pajilla hacia sus labios, y en cuanto el mayor adivinó sus acciones, hizo lo mismo con su propia pajilla, quedando así sus rostros a una muy pequeña pero cómoda distancia.
Si Serinuma Kae y Nishina Shima no hubiesen estado tan concentradas en la foto que tenían, quizá hubiesen conseguido mucho más material para sus posters...
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¡Me Gustas, Senpai!
FanfictionDespués de que Shinomiya presenciara como es que Mutsumi-senpai había rechazado a una chica y no por la "culpa" de Kae, se comienza a preguntar qué es lo que ronda por la mente del chico de tercero. No le gustaba Serinuma, y parecía que no le gustab...