Capítulo 20

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Shinomiya había estado pasando por el pasillo donde Serinuma y los otros dos tenían su aula, cuando escuchó un quejido de dolor. Curioso, entró y se dio cuenta de que era el hermano mayor del chico que le gustaba, Kazuma. Recordó las palabras de su senpai y estuvo a punto de irse de ahí, pero ver un poco de sangre bajando de la cabeza hasta la frente del hombre le alertó.

– Demonios, ese chico tenía algo en su mano... – Se escuchó un murmullo.

– Mutsumi-sensei, ¿Se encuentra bien? – No pudo evitar preguntar, pues no se sentía tranquilo sabiendo que el mayor tenía una herida.

– ¿Eh? – Confundido, Kazuma miró al castaño en la puerta del aula – ¡Ah sí! Estoy bien, nada de qué alarmarse – Dijo como restándole importancia al asunto, pero entonces hizo una mueca de dolor por la punzada que sintió en la cabeza.

– Será mejor que lo lleve a la enfermería – Como miembro del comité de enfermería, era su deber ayudar a las personas que estuviesen enfermas y/o heridas, por lo que guió hasta aquel lugar.

Aun estando con tremendo golpe que se volvió herida en la cabeza, Kazuma no pudo evitar mirar más con detenimiento al pequeño Hayato. Era de complexión pequeña y delgada, con rasgos infantiles a pesar de estar en preparatoria; sin embargo eso lo hacía más adorable y lindo. Sin duda alguna, su hermanito tenía un muy buen gusto.

– Iré por algo para curar su herida, en un momento vuelvo – Shinomiya desapareció para ir por lo que buscaba después de dejar a Kazuma sentado en una camilla de la enfermería. No tardó en volver con lo necesario para curar el golpe de la cabeza del mayor que en realidad no era tan grande y tan profundo.

El Mutsumi mayor estuvo callado durante todo el rato que el menor le curó, observándolo en silencio y mordiéndose la lengua para no soltar quejidos de dolor. El castaño estaba realmente concentrado en curarlo y debía admitir que se veía jodidamente lindo de esa forma. Cuando Shinomiya se apartó diciéndole que su herida ya estaba bien, no pudo evitar tomarle de la muñeca.

– ¿Mutsumi-sensei? – Preguntó confundido por la repentina acción. La mirada del de cabellos castaños oscuros le producía una sensación bastante incómoda.

– Eres muy lindo – No supo como pero entonces ya estaba en la camilla donde se encontraba Kazuma, justo arriba de él – Te haré sentir bien, Hayato-chan – Susurró el profesor cambiando las posiciones, y dejando al menor acostado debajo de su cuerpo.

– ¡Mutsumi-sensei, por favor déjeme! – Le pidió completamente asustado. No le gustaba para nada como Kazuma se acercaba a él, o más bien a sus labios; sentía que estaba traicionando a Asuma, pues no quería que nadie más que no fuese él llegase a tomar su primer beso.

Entonces un fuerte golpe se dejó escuchar, y sus ojos se dirigieron a donde se encontraba el causante de tan fuerte sonido. Se encontró con el menor de los Mutsumi en la puerta de la enfermería, con una mirada que el pequeño Shinomiya no supo descifrar. De repente, el mayor que se encontraba sobre él pasó a estar en el suelo; todo pasó tan rápido que el castaño no tuvo tiempo para reaccionar ante aquello.

– Nii-san – Llamó el menor de los hermanos. A Kazuma le recorrió un escalofrío por la espalda, pues su hermanito nunca había hablado con el tono que usaba en ese momento, uno frío y furioso; estaba acostumbrado que Asuma siempre fuese amable, hasta el punto de fastidioso, pero no para eso – Más te vale no haberle hecho nada malo a Shinomiya-kun – Le advirtió.

– No, no, por supuesto que no – Se apresuró en responder. De repente su rostro se tornó serio. Siempre, absolutamente siempre, Asuma cedía en todo, solo para hacerle feliz, pero ahora parecía bastante decidido en no dejarle conseguir lo que quería, o en este caso, a quién quería – Asuma, tú sabes que siempre obtengo lo que quiero.

– No esta vez Nii-san – Contestó el menor, intentando hacer que su hermano no se volviera a acercar a Hayato – Lo lamento mucho, pero esta vez no puedo dártelo – Habló haciendo referencia al castaño que no entendía nada y seguía sentado en la cama, mirando todo con miedo impregnado en los ojos.

– Ah~ que problema~ – Farfulló por lo bajo pero fue bastante audible para el Mutsumi menor – Entonces arreglaremos esto mañana, ¿Te parece? – Fue lo que dictaminó, sin darle tiempo a su hermano de responderle, obligándolo a aceptar sus palabras – Nos vemos después, Hayato-chan – Se despidió del castaño una vez salió de la enfermería.

– Shinomiya-kun, ¿Estás bien? – Le preguntó preocupado Asuma con su personalidad amable y encantadora de siempre, como si no hubiera rastro del enojo anterior hacia su hermano. El menor asintió – Mi hermano no te hizo nada, ¿Verdad? – Le volvió a cuestionar intentando obtener respuestas, y esperaba que negativas, ya que no quería saber que su hermano mayor le hubiese hecho algo a su angelito.

– N-No me hizo nada, S-Senpai – Le contestó, y entonces se lanzó a los brazos del mayor intentando ocultar su rostro en el suéter verde oscuro del contrario, para evitar así que Mutsumi viese sus lágrimas derramándose por el miedo que tenía – E-Estaba muy a-asustado – Tartamudeó, intentando ocultar sus lloriqueos pero fallando en el intento, ya que Asuma supo enseguida que el menor se encontraba llorando.

– Está bien Shinomiya-kun – Obligó al menor a dejar ver su rostro y se apresuró en limpiar con sus pulgares las lágrimas que estaban por salir de los ojos de Hayato – Como te prometí, yo te protegeré, siempre... – Y un beso leve en los labios fue el tranquilizante que Shinomiya necesitó para calmarse...



¡Ya! Tuvieron su P*** beso, ahora cálmense pirañas(?) No van a "Coshear" aun, así que calmadas chicas (Y chicos si hay alguno por ahí(?))

Y Kazuma no va a tocar a mis bebés de Nana y Shinomiya, así que NO hay trío. (Lamento si rompí sus esperanzas -cofcofnolaverdadnocofcof-)

#Datazo: Igarashi me cae mal pero amo a su Seiyuu(?) <3 xD

¡Me Gustas, Senpai!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora