– ¡E-Espero que estos chocolates s-sean de tu agrado! – Gritó nerviosa la chica castaña frente a él. Nanashima le vio con una ceja curveada, pero tomó la caja de chocolates para no parecer grosero.
– Ah, gracias – Dijo con una pequeña sonrisa mientras se rascaba la nuca incómodo. El rostro de la chica no tardó en colorearse en rojo.
– ¡D-De nada! ¡Hasta l-luego! ¡Con p-permiso! – Dijo totalmente alterada y avergonzada mientras daba media vuelta y se iba corriendo lejos de ahí. El rubio la vio desaparecer por los pasillos.
– Bonita caja la que tienes ahí – Ahora fue Nozomu quien gritó nervioso y asustado al escuchar esa voz de la nada. Volteó su rostro y sus ojos verde limón se encontraron con su mejor amigo mirándole divertido. Sus mejillas se colorearon en carmín.
– Ah sí, es un regalo – Murmuró con las mejillas rojas. Igarashi le miró entre divertido y celoso, pero bueno, era más bien lo primero.
– Hablando de regalos – Comentó como restándole importancia, viendo a Nana guardar el regalo en su casillero. Entonces tomó el corazón azul como si nada y cuando el rubio le miró de nuevo notó como su cara se volvía aún más roja – Recibí este, y estoy buscando al responsable, N.N.
– ¿Sí? N-No me digas... – Dijo el menor, intentando guardar su nerviosismo. Antes, Nozomu había pensado que la chica se había visto patética, y ahora, estaba seguro que él también se veía patético.
– ¿Y bien? – Preguntó Yuusuke mientras acorralaba al rubio quien no tuvo ni tiempo para descifrar qué había pasado.
– ¿Eh? ¿B-Bien qué? – La voz se le entrecortaba al pobre de Nozomu.
– Oh vamos – Suspiró con ironía – Es obvio que fuiste tú – El pelinegro acercó su rostro aún más al del menor. Nanashima decidió hacerse el estúpido, pero su sonrojo no bajaba.
– N-No sé de q-qué me hablas...
– ¿Quién más aparte de ti sabe que mi color favorito es el azul y que me encantan las fresas bañadas en chocolate amargo y rociadas con trocitos de nuez? – Nanashima sintió las mejillas calientes, aún más de lo que ya estaban cuando se dio cuenta que Igarashi ya le había descubierto – Hey, no te cubras – Le pidió al ver que las dos manos de Nana habían ido a su rostro para cubrirse.
– ¡No me toques! ¡Es vergonzoso! – Chilló al sentir las manos del mayor intentando alejar las suyas. Yuusuke solo rió al ver la actitud infantil de su mejor amigo.
– ¡Nana! – Gritoneó feliz abrazando al rubio quien aún no quitaba las manos de su rostro. – ¡Sí quiero ser tu Valentín! – Nozomu chilló con más fuerza al recordar las palabras que él mismo había escrito en el post-it dentro de la caja.
– ¡Cállate! ¡Idiota! – Le gritó con vergüenza en la voz intentando sacárselo de encima como sea. Aunque en parte, su corazón latía feliz de ser correspondido.
><><
"Realmente espero que estos chocolates le gusten a Mutsumi-senpai. Hablando de él, ¿Dónde estará? No lo he visto en todo el día de hoy. Quizá no vino a la escuela... ¡No! ¡No, Hayato! ¡Debes ser positivo! ¡Ah! ¡Esos son Nanashima-senpai e Igarashi-senpai! De seguro ellos ya debieron haberlo visto, iré a preguntarles".
Shinomiya caminaba con dirección a ambos chicos de segundo quienes no parecían haber notado su presencia. Estuvo a punto de hablar cuando escuchó sin querer su extraña "conversación".
– Pasaremos San Valentín en mi casa, ¿De acuerdo? – Había dicho el pelinegro, y el rubio se cruzó de brazos mientras desviaba la mirada e inflaba sus mejillas, las cuales estaban color carmín.
"Y luego el tsundere es uno". Se dijo a sí mismo el castaño, mientras rodaba los ojos.
Cuando estuvo a punto de volver a hablar para llamar la atención de sus dos senpais, ocurrió algo que Shinomiya no se hubiera esperado. De forma inesperada, Yuusuke estampó sus labios en los de Nozomu. Aquello no sabía si clasificarlo como un beso o no, pero sin duda alguna había sido un terrible choque de bocas. De seguro les había dolido a ambos.
– ¡Idiota! – Gritó el rubio con el ceño fruncido y las mejillas aún más rojas. Igarashi solo reía levemente, divertido por aquella escena que de seguro Nana no se había esperado.
Entonces, un pequeño titubeo espantado atrajo la atención de ambos.
– Iga... Nana... senpais... beso... – Fueron las pocas palabras que el de primer año pudo soltar. El rostro de Nanashima se volvió tomate mientras rápidamente cubría su rostro con sus manos. El de ojos violetas vio con incomodidad al menor ahí, sabiendo que quizá le había asustado.
– Ah... Shinomiya... – Dijo incómodo, teniendo al rubio escondido en su pecho buscando huir de la vergüenza – ¿Se te ofrece algo?
– ¿M-Mutsumi-senpai? – Dijo apenas con un tono de petición, y entonces Igarashi entendió lo que el pequeño estaba buscando.
– Ah, sí; lo vi en la cafetería hace rato, jejeje... – Shinomiya asintió aun con el leve shock anterior, caminando apenas lentamente para intentar alejarse de ahí. El pelinegro vio al menor desaparecer por un pasillo – Creo que lo traumamos...
Claro que al regresar su vista al rubio en sus brazos se encontró con la mirada amenazante de Nanashima y un aura oscura y atemorizante rodeándolos. Oh sí, sin duda alguna Nozomu iba a hacerle pagar por eso...
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¡Me Gustas, Senpai!
FanficDespués de que Shinomiya presenciara como es que Mutsumi-senpai había rechazado a una chica y no por la "culpa" de Kae, se comienza a preguntar qué es lo que ronda por la mente del chico de tercero. No le gustaba Serinuma, y parecía que no le gustab...