Capítulo 42

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– Hayato-chan, ¿Puedo moverme? – Mutsumi preguntó en un susurro justo en el oído del menor. Apenas habían pasado segundos desde que su virilidad había entrado en ese cálido interior pero le apretaba tan deliciosamente que sentía que iba a volverse loco.

– Solo... espera un poquito... – Respondió Shinomiya. Su respiración era agitada, le dolía, sí, pero era esa clase de dolor placentero, aquel que se siente incómodo, pero no puedes evitar hacer que el dolor aparezca nuevamente después de un rato. Sus mejillas ardían, sus ojos lagrimeaban, y su boca permanecía levemente abierta, para respirar; sosteniéndose en la espalda del mayor.

Asuma tuvo que hacer un esfuerzo por no moverse, demasiado autocontrol hasta para él. Pero por su niño, lo que sea. Sentía la respiración del pequeño castaño en su hombro, donde el menor había escondido el rostro. Mejor; no quería dañarlo por su excitación al ver su linda cara llena de placer. Le clavaba las uñas en la espalda, que por el agua de la bañera, le causaban escozor.

– Y-Ya... – Apenas fue un murmullo, pero que Mutsumi escuchó perfectamente. No iba a dañarlo, irían lento, por ahora. Además, la bañera limitaba su espacio, así que mucho no podía moverse de cualquier manera – A-Ahg... – Un pequeño gemido salió de los labios de Shinomiya.

– Hayato-chan, ¿Puedo besarte? – Otra pregunta. El menor se sentía avergonzado, ¿Por qué su senpai pedía permiso para todo? Es decir, no quería sonar vulgar ni nada por el estilo, pero si quería, Asuma podría cogérselo como si él fuese una zorra y no tendría problema con eso. Pero por ahora, regresemos al beso.

¿Qué beso? Ah, sí, esto.

– Asu... ma... – Le dijo con un hilo de voz mientras despegaba su rostro del hombro ajeno para mirar el de su amor y tomarle de las mejillas con sus manos – Te quiero... – Y con eso juntó sus labios para comenzar un tierno beso, que aumente de fogosidad casi tan rápido como el ritmo de las embestidas.

Pronto, el pequeño Shinomiya no podría formular palabra; primero porque Mutsumi le arrancaba las palabras de la boca, literal, pues le besaba con tanta pasión como lujuria, moviendo la lengua junto con la suya, y arrebatándole el aliento con desenfreno. Y segundo, aun si no se estuvieran besando, de sus labios solo podrían haber escapado gemidos de placer.

Mutsumi no iba tan fuerte como quisiera, porque no quería que la primera vez de ambos fuese una mala experiencia para el castaño; además, estaban en una tina de baño, por más excitante que la idea sonara, esto dificultaba mucho el movimiento, pues había un límite de espacio. Shinomiya tenía que hacer fuerza e impulso con sus rodillas para ayudarle con las embestidas.

El agua salpicaba y salía de la bañera, y luego si iba por el desagüe del piso del baño. El fogoso beso no hacía más que encender la mecha de la lujuria que habitaba en el castaño. Le gustaba esa sensación, sentirse amado, sentirse complacido, pero al mismo tiempo quería sentirse destrozado por la pasión desbordante que su senpai estaba aguantándose.

Porque sí, lo había notado. El autocontrol de Mutsumi impedía que ambos se perdieran por completo en los placeres del sexo. Pero Shinomiya quería más, con la mente en blanco no podía pasarle nada por la cabeza más que lo bien que se sentía aquel pedazo de carne ajeno entrando y saliendo de su interior.

– Más... – Logró murmurar el menor entre el beso, moviendo más la cadera para poder causar más placer para ambos.

Le gustaba, mucho. Jamás había sentido ese sentimiento antes, el placer era increíble. Quería más, quería que el miembro de su senpai se enterrara tan profundo en él que le hiciera olvidar incluso su nombre. Además la fricción en su propio pene gracias a las embestidas iba a volverlo loco.

En serio que amaba esa sensación, y sobre todo, amaba a Mutsumi Asuma.








HOLA! He resurgido de las cenizas! La verdad es que me pone tan feliz que a pesar de tanto tiempo la historia continúe presente para ustedes.

Lamento mucho la tardanza, pero verán: Tenía una laptop que se averió, y el disco duro tenía todos mis escritos, y no pude recuperarlo... hasta ahora(?) así que agárrense porque voy con todo hasta que termine >:v (serán como dos o tres capítulos más xd)

Debo aclarar que aunque sé que el manga ya finalizó y toda la cosa, en mi fic será como si nunca lo hubiese hecho(?) así que no voy a ser 100% fiel a la verdadera historia de la mangaka (ggg perdón)

Este capítulo va dedicado para todos y todas que esperaron con ansias mi regreso (al igual que los cristianos, mira :v) y finalmente he resucitado(?). Los amo a todos, besos~


¡Me Gustas, Senpai!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora