Capítulo 28

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La película era asquerosamente buena. Asquerosa en el término que la sangre y tripas parecían muy reales, y hasta cierto punto obsceno. Y buena porque, en realidad si era buena; la animación, los actores, sonido, efectos visuales, –la poca trama que Shinomiya alcanzó a ver porque siempre escondía su rostro en el pecho de su senpai durante toda la película–, todo era fabuloso.

Con el miedo que tenía, Hayato apenas y alcanzaba a ver algunas cuantas escenas, primero porque tenía miedo, y segundo porque si era sincero consigo mismo, estuvo mirando a Mutsumi durante todo el rato. Su senpai le daba aire de seguridad, y estar abrazado a él le tranquilizaba mucho, casi ni le ponía atención al rodaje, ya que lo único que quería era estar con el chico de tercero.

Lo que era extraño, es que Asuma tuviese la vista en la pantalla con el mismo gesto tranquilo que tiene la mayoría del tiempo, como si nada de lo que pasara en la pantalla le asustara en lo absoluto. Si no conociera al chico y su carácter, Shinomiya podría jurar que parecía gustarle aquello, de una manera un tanto rara, y muy perturbadora.

Por estar pensando tanto de aquello, y dirigir sin querer su vista a la pantalla, unas tripas y sangre volando en primer plano fue lo que la mirada color miel del menor presenció en todo esplendor. Rápido hundió de nuevo su rostro en el pecho de Mutsumi mientras temblaba. Se tuvo que morder la lengua para no gritar del susto. Poco después, sintió como su cabello era acariciado.

– ¿Shinomiya-kun, estás bien? – ¡No, claro que no! ¡No estaba para nada bien! Y sin embargo, el nombrado se vio forzado a asentir; aunque aquello no dejó satisfecho al mayor, pues asintió sin despegar la cara de su pecho. Era bastante obvio que el castaño no estaba bien – ¿Seguro que no quieres irte? – De nuevo, sin despegarse de él, respondió moviendo la cabeza de un lado a otro.

– E-Estoy bien, senpai – Finalmente Shinomiya se apartó un poco del otro, pero cuando un grito femenino y aterrador llenó la sala y sus canales auditivos, volvió a esconderse completamente asustado. ¡Maldita sea la protagonista y sus gritos aterradores! – N-No es n-nada – Se apresuró en decir antes de que Mutsumi preguntase otra cosa. Después todo quedó 'tranquilo'.

Igual, no faltaba mucho para que la película terminara. Shinomiya solo tenía que aguantar 20 minutos más y finalmente sería libre de aquel infierno.

><><

– Nos vemos – Se despidieron las chicas, las cuales Asuma estaba seguro que no prestaron atención a la película. El terror no era el género favorito del chico, de hecho, le dejaba paranoico; pero con Shinomiya tan cerca, con aquella actitud adorablemente sumisa, se vio forzado a ver la película si no quería mandar su autocontrol al cara... a Roma.

– Vamos, te acompaño a tu casa – Se ofreció el de cabellera castaña oscura. No dejaría que el menor fuese solo; en primera porque con lo de la película era obvio que tenía miedo, y en segunda, porque no quería que nadie intentara tocar a su ángel. Se había percatado de varias miradas mal disimuladas hacia el chico.

Shinomiya aceptó sin objeciones. Ambos caminaron de forma rápida para ir con dirección a casa del menor. Mutsumi no tardó en tomar la mano del chico y entrelazar sus dedos, intentando de aquella forma calmar al castaño que seguía temblando de miedo –y de paso, calmarse él también–. Hayato inhaló intentando relajarse, y cuando por fin divisó su casa pudo exhalar más tranquilo.

Pero había algo que llamó la atención del chico. ¿Por qué las luces de la casa estaban encendidas si él cuando salió las había apagado? Asuma ignoró eso y solo se concentró en llevar a Shinomiya –que había detenido su paso– hasta la entrada de la casa, quien al estar ahí parado, se quedó bastante quieto, como si no supiera que hacer en ese momento.

– Hasta pronto, Hayato-kun – Se despidió el mayor, mientras se inclinaba para besar los labios del menor. El mencionado no se negó, y solo cerró los ojos esperando que aquel beso llegara, el cual se estaba tomando su tiempo, un tortuoso tiempo. Entonces, a milímetros de que se tocaran, se escuchó que la puerta de entrada se abría.

– ¿Hayato?

– ¿M-Mamá?



La gente ha hablado(?)

CONCLUSIÓN: Esta historia NO tendrá Mpreg. Sin embargo, en vista de varios votos positivos, prometo hacer una historia que SI lo contenga, (y tal vez hasta omegaverse)

Ari fuera, paz(?).

¡Me Gustas, Senpai!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora