30 minutos de viaje después estábamos de nuevo en Manhattan. Leah me dejo en casa, subí y tome una larga ducha. Pero seguía sin poder dejar de sentirme nerviosa. Tal vez solo necesitaba dormir, pero un mensaje a las 3:07 am me lo impidió. Considere no abrirlo e intentar dormir otra vez pero el que era remitente fuera desconocido llamo por completo mi atención.
REVANCHA
SERPIENTE VS LOBO
HAGAN SUS APUESTAS
EL HOYO, 00:00 HOY
Lei el mensaje y me quede perpleja. Miles de preguntas invadieron mi mente en cuestión de segundos.
¿Quien mando el mensaje?
¿Como saben quien soy?
¿Como obtuvieron mi número?
¿Donde es el hoyo?
¿Ire?
Mierda Mierda Mierda Mierda Mierda
Tome un screenshot y se lo mandé a Leah, ella no tardo en contestar.
No me fio, Kar
Dom 3:13am
Decidí no contestarle, en cambio, lo puse a cargar y apoyé la cabeza en mi almohada.
Los gritos desaforados de las personas retumbaban en el lugar. Yo saltaba para poder ver que pasaba pero no podía. Mis pies estaban sellados al pavimento, de pronto los gritos se volvieron de horror, las personas salieron corriendo dejándome sola en aquel oscuro lugar, pero no estaba realmente sola. Lobo estaba a unos metros con su mirada intimidante clavada en mis ojos, caminaba lento y conciso hacia mi. El miedo invadió mi sistema pero no podía correr, me limite a buscar una salida con mis ojos pero era inútil, el ya estaba demasiado cerca. Abrió su boca, le salieron unos colmillos, y emitió un rugido frenético, mi nariz comenzó a sangrar y yo grite de puro terror.
Desperté gritando, mire hacia todos los rincones de la habitación, procurando que lobo no estuviera allí. El sol se asomaba por mi ventana, mi pecho subía y bajaba rápidamente. Lobo me causaba terror. Salí de mi habitación y entre en la cocina. Mi padre estaba sentado en la isla con su portátil.
-Buenos Días, papá -
- Hola - dijo sin siquiera mirarme.
Tomé una manzana .Y la comí mientras subia de nuevo a mi habitación. Me cambie la ropa, tomé mi móvil, dinero, las llaves de el auto y salí de casa.
Leah estas en tu casa?
Dom 11:35am
Espere sentada en mi auto unos veinte minutos a que ella contestara, pero no lo hizo. Decidí ir a su casa de todas formas.
Este lugar me traía vagos recuerdos de mi infancia. Baje del auto y caminé hasta el porche.Toqué el timbre
Esperé
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El padre de Leah, abrió con un poco de molestia la puerta.
-Buenos Días, señor Wok -
-Buenos Días, Kara. Leah esta castigada, solo puedes estar 5 minutos y deberás irte. Ella no puede salir de casa hasta mañana. - declaró haciéndose a un lado para que yo pasará casi corriendo a la habitación de Leah.
Entre sin tocar y me encontré con una Leah concentrada en su portátil con sus auriculares. Cerré la puerta tras de mi, ella no se había percatado de mi presencia. Tome un almohadón de su cama, me acerqué a la silla donde estaba ella y con todas mis fuerzas le proporcione un golpe en la parte trasera de la cabeza.
-KARAAAA - gritó de dolor mientras yo me partia de la risa.
-Lo siento, caí en la tentación. -
Rápidamente fuimos al tema central.
-¿Porque estas castigada?-
-No lo sé, últimamente papá me castiga hasta por caminar muy lento - hablo Leah.
-Pues esto nos jode el plan, no podremos ir al Hoyo. -
-No, yo no me arriesgare a escapar y tu no irás sola. Así que se cancela eso. -
El padre de Leah tocó la puerta y nos dijo que era tiempo de que me fuera.
Salí de casa de Leah, tratando de mentalizarme para no ir. Pero algo no me estaba dejando hacerlo
Unos ojos azules
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ARES
Teen FictionTodos me dijeron una y otra vez que si jugaba con fuego, acabaría quemándome. Pero lo que nunca nadie me pregunto fue si lo que andaba buscando era algo de calor. Él, era fuego. Yo, tenía frio. Es mi primera novela y es el borrador, por lo tant...