El parque quedaba como a media hora, y el trafico estaba algo denso.
-Kara, cuentame algo de ti - dijo la niña
-¿Algo como que?-
-No lo se, ¿como es tu madre? - sonrió tímidamente sin saber que estaba nombrando uno de mis pesares mas grandes.
-Mi madre - respire hondo - ella murió cuando yo era muy muy pequeña, solo recuerdo algunas cosas. Como que era voluntaria en hospitales o centros de acogida, muchas veces yo la Acompañaba. Hice muchos amigos allí, ella tenia una obsesión muy sana con vivir, ella amaba vivir. Y cosas que me cuenta mi padre a veces como que se conocieron cuando tenían 15, mi padre la invitó a tomar una limonada, ellos se amaron muy profundamente.
Sonreí, porque hace mucho no hablaba de mi madre de esa manera.
-¿A veces no quisieras tener un amor como el que tuvieron tus padres?-
-No lo se Irene, nunca lo había pensado. Pero debe ser una de las mejores cosas de la vida un amor correspondido y además tan profundo, pero pocos tienen el privilegio-
-Mi madre no tuvo esa suerte, mi papá solía encerrarla en su habitación por días. Y si yo lloraba, el me encerraba a mi- cayeron lágrimas de su ojos y tome su mano - pero con el dentro.
Mi corazón se encogió al escuchar aquello.
-Eres una muy fuerte mujer, Irene. Que tu pasado no haya sido bueno no quiere decir que tu futuro no lo sera tampoco.
-Gracias Kara - estrecho mi mano.
-Ahora divirtamos nos - dije mientras le señalaba el cartel.
PARQUE DE DIVERSIONES
150 MTS.∆
El parque estaba repleto de gente, niño que iban y venían corriendo, padres tomando fotos y ancianitas caminando lento con su bastón.
-No me sueltes la mano, ¿si? - ella asintió.
Luego de un par de horas de subirnos a los mejores juegos, nos sentamos en la zona verde del parque. Era como una gran plaza repleta de arboles, ella apoyo su cabeza en mi hombro.
-¿Te Sientes bien?- le pregunte
Ella se erguio y me sonrió de la forma mas hermosa que alguna vez me haya sonreído.
-Ha sido el segundo mejor día de mi vida - y me abrazó, fue muy reconfortante a decir verdad.
-¿Y cual es el primero? -
-El día en que mi hermano me rescato de mi antigua casa -
-¿En la que vivías con tu padre? -
-Si, lo raro es que es el mismo día en el que mi madre murió -
No quise atacarla con preguntas asique no lo hice. Preferia que ella tuviera la suficiente confianza para hablar sin yo preguntar.
∆
-Ya llegamos pequeña - dije moviendo su brazo con suavidad ya que se había quedado dormida en el camino, conduci evitando los pozos, era como un angel cuando dormía.
-¿Puedes cargarme? - dijo extendiendo sus brazos.
Toma mi abrigo y se lo coloque encima ya que afuera llovía como hace meses no pasaba. Salí del auto y corrí hacia el otro lado, la tome entre mi brazo y la cargue hasta la entrada.
Toque el timbre, varias veces y nada pasaba. Comencé a golpear la puerta, Taí levantó su cabeza y dijo adormilada, mi hermano no esta
Genial
¿Que mierda hago ahora?-Tengo una llave en mi mochila- dijo
La tomó y me la entregó, vacilé unos segundos pero luego abrí la puerta. Volví a cerrar con la llave y seguí las indicaciones de Taí, la casa era bastante amplia por dentro que por lo que pude ver tenia 3 habitaciones y un baño, entramos en su habitación donde automáticamente se acostó a dormir.
No podía dejarla sola
No podía quedarme en esta casa
No podía dejarla sola
No podía quedarme en esta casa
No podía dejarla sola
No podía quedarme en esta casaY algo se me ocurrió... el auto.
Arrope a Taí y salí de la habitación silenciosamente, pero cuando iba a salir, la puerta principal se abrió.
Lobo entró con su habitual mirada hacia mi y no supe que decirle.-Irene esta durmiendo, yo ya me iba-
Salí rápidamente pero la tormenta ahora era granizo y caía con todas sus fuerzas¿Que opciones tenia? o quedarme hasta que la tormenta acabara en mi auto y a penas esa idea cruzo mi cabeza vi como la pintura del capo comenzaba a desgastarse por los golpes. No puedo dejar el auto aquí, tendré que conducir con estas condiciones.
Pero cuando iba a subirme, sentí como alguien tomaba mi hombro y de antemano sabia de quien se trataba.
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ARES
Teen FictionTodos me dijeron una y otra vez que si jugaba con fuego, acabaría quemándome. Pero lo que nunca nadie me pregunto fue si lo que andaba buscando era algo de calor. Él, era fuego. Yo, tenía frio. Es mi primera novela y es el borrador, por lo tant...