Era casi imposible respirar sin hacer ningun ruido, pero lo intentábamos. Lentamente abrí mis ojos y vi sus botas mientras caminaban a unos centímetros de mi pies, volvi a cerrarlos con fuerza y sentí como fui atraida violentamente hacia adelante.
∆
Vi a Kara dormida antes de salir pero no le di mucha importancia, tenia muchas cosas en la cabeza. Tony, me esperaba para discutir unos asuntos del negocio, esperaba no tardar demasiado, Odio tener que dejar a Irene sola. Fue ahi cuando recordé a Ruppert, no creo que sea tan idiota de venir a buscar venganza luego de lo de ayer. En tal caso, me enojaría. Demasiado.
...Nunca me acostumbraría a la lujosa mansión de Tony, y a sus malditos perros tampoco. El guardia me dejo entrar como diariamente y ahuyento a los demonios de 4 patas.
Entre sin tocar y salude a Tony que estaba sentado en su living con un whisky y un habano.-¿Desde tan temprano? - dije sentándome frente a el.
-Ya sabemos como es, ¿trajiste lo de el maldito de Ruppert? -
-Está en la cajuela de mi auto-
Segundos después había hablado con los guardias para que sacaran la mercancía del coche.
-¿Cuanto había? -
-Unos 20 de marihuana, otros 30 de cocaína y unas mil de éxtasis -
-Bien bien, eso cubrirá las perdidas que ellos causaron el mes pasado - tosió - ¿Hubo bajas?
-Solo dos y no eran nuestros - el sonrió.
-Bien hecho, Ares. Bien hecho- tomó un sobre y me lo entrego - Si sigues haciendo las cosas bien, sera mucho más pronto -
Tome el sobre y estreche su mano.
-Gracias Tony, nos comunicamos-
Y salí rápido de allí.
∆
El cañon de la pistola estaba justo entre mis ojos.
-No se de que me estas hablando, te lo juro -
-Si sabes maldita perra, dime donde esta-
Agache la cabeza y solloze. Irene gimió y el giro su cabeza hacia él armario. Mierda
Abrió el armario de par en par y tomo a la niña del cabello, la arrojó violentamente contra mi y yo la abrace.
-Tranquila - le susurré. - Todo va a estar bien.
Con la culata de la pistola me golpeo en la sien demasiado fuerte como para que mi mente resistiera, la vista se me nublaba rápidamente y sentía la sangre correr por mi cara pero vi las lágrimas de Taí mirándome y me apoye en el suelo para no caer. No podía dejarla sola en esto.
Lo peor ocurrio cuando el volvió a preguntar.
ESTÁS LEYENDO
ARES
Teen FictionTodos me dijeron una y otra vez que si jugaba con fuego, acabaría quemándome. Pero lo que nunca nadie me pregunto fue si lo que andaba buscando era algo de calor. Él, era fuego. Yo, tenía frio. Es mi primera novela y es el borrador, por lo tant...