-Gracias por salir conmigo - habló Ares en el porche de mi casa - Yo... um no sabia si aceptarias despues de todo lo que ha pasado.
-De hecho no me preguntaste- reí y el tambien lo hizo.
-Tienes razón, no lo hice - hablaba mientras sonreia - pero puedo preguntar ahora si te la pasaste bien.
-Si, lo hice-
Me limite a sonreirle y el acercó su cara a la mia. Sentía su respiración chocar contra mis labios, y sus latidos resonar contra mi pecho.
-Me siento tan bien cuando estoy contigo- me susurró con los ojos cerrados-
Pase mis manos por detras de su cuello y acerque aún mas nuestros labios. Pero fue el quien rompió el espacio que aún quedaba entre nosotros y nos unio con suavidad. Me dejé llevar, y senti que algo estallaba en mi pecho y que un extraño hormigueo recorría todo mi cuerpo. Las yemas de mis dedos recorrian su cuello con suavidad, como si estuvieran tratando de recordar cada parte y como se sentia bajo el tacto de mis dedos. Los labios de Ares acariciaron los mios, con ternura, mientras que sus manos acariciaban mi espalda baja lentamente y cuando se separó, me senti tan débil que tuve que apoyarme en su pecho para no venirme abajo.
-Nos vemos pronto, Kara - se despidió y unos segundos despues estaba montado en su motocicleta.
Cuando se marchó entre en la casa y me apoye de espaldas a la puerta.
Suspire, nunca habia sentido nada como lo que Ares me hacía sentir. Era algo inexplicable.Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me habia percatado de unos ruidos extraños que provenian de escaleras arriba. Subí silenciosamente y seguí con mis oídos. La habitación de mi padre "raro" pensé pero en cuanto pude escuchar mejor entendi lo que estaba pasando. Y era algo asqueroso para una hija escuchar eso.
Mi padre y Karen estaban allí adentro, y los ruidos extraños eran sus gemidos y todos los ruidos que se provocan cuando dos ( o más ) tienen relaciones.
Me meti en mi habitación y me coloque los auriculares. No queria escuchar nada de eso.
♢~♢~♢~♢~♢~♢~♢~♢
-¿Quien diria que tu terminarias en una cita con Lobo?- dijo Leah riendo.
después de que le contara un poco sobre la cita con Ares.-Ni siquiera me lo creo yo- reí junto a ella.
-¿Y que hay de Chris?-
Palideci
-Dios mio, me había olvidado por completo de Chris- tomé mi cabeza con mis manos.
Ella solo reia de mi.
Chris, ya debe estar aqui en la ciudad. O al menos en poco lo estará, soy la peor persona del mundo.
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ARES
Ficção AdolescenteTodos me dijeron una y otra vez que si jugaba con fuego, acabaría quemándome. Pero lo que nunca nadie me pregunto fue si lo que andaba buscando era algo de calor. Él, era fuego. Yo, tenía frio. Es mi primera novela y es el borrador, por lo tant...