Capítulo 16

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-No te rindes eh? A ver si con esto sueltas la lengua -

Temí cosas horribles, y eso ni siquiera se acercaba a lo que en realidad paso.
Levantó a Irene a pesar de que luche con todas mis fuerzas para que no la alejara de mi, me golpeo de nuevo y en mi momento de debilidad aprovechó inmovilizarme con una esposa amarrada a la cama.

-Te juro que no se donde esta, lo juro. Por favor creeme - podía sentir el sabor de mis lágrimas mezcladas con sangre. Mucha sangre.

-Vete a la mierda - susurró sin quitar la vista de la niña, comencé a gritar pero no impidió que él se subiera encima de ella, que ahora estaba amarrada a la cama.

-Es solo una niña - susurré pero sabia que no debía llorar, debía hacer algo.

El comenzó a sacarse la ropa

la sangre. Mi sangre .

Eso es, coloque mi cabeza de modo que la sangre cayera encima de mi mano esposada.

Irene comenzó a gritar, mi mano comenzaba a resbalarse.

Sus pantalones, fuera.
Solo un poco mas de sangre.
La ropa de Taí, caía al suelo.
Mi mano, libre.

Me levante rápida pero silenciosamente, tome un jarrón y lo estrelle contra su cráneo, haciendo que se desmayara allí mismo. Tomé sus brazos y lo arroje fuera de la cama, saque inmediatamente a Irene de allí.

-Espera aqui- le dije mientras le entregaba mi abrigo para que se lo pusiera.

Regrese a la habitación, arrastre al mal nacido y lo espose donde estaba yo antes. Cerré la puerta con seguro y cuando volví, Ares estaba allí.
Parado en la puerta de entrada, observando todo con detenimiento, su mirada llegó hasta nosotras y clavo sus ojos en Irene, ella tapaba su cuerpo desnudo con mi prenda, luego en mi. Era la primera vez que sus ojos mostraban una emoción, que no fuera sólo enojo. Esta vez tenían una gota de dolor y culpa mezclados en ellos.

Señale la habitación con mi cabeza, por que aun no me atrevía a soltarla. El me entendió perfectamente y susurró cuando paso cerca de mi.

-Llevatela -

La tomé en mis brazos y corrimos fuera, yo todavía no lograba comprender como es que yo seguía consciente después de toda la sangre que había perdido. Mi mente daba vueltas, pero aun así logre que llegáramos a salvo a mi casa.

Lleve a la pequeña a mi habitación y le entregue ropa mía de hace muchos años. Se la coloco luego de ducharse, se recostó en mi cama y me pidió agua, pero en cuanto volví ella dormía. La tape, cerré las cortinas y me fui inmediatamente.

Mi mente aun no procesaba nada de lo que había pasado, y en cuanto lo intente supe que había sido una mala decisión forzar a mi cerebro. Todo se oscureció de repente.

En mi lejanía escuchaba un sonido extrañamente conocido, repetirse, una y otra vez. Causaba una sensacion rara que se transtimia a todo mi cuerpo. Abrir mis ojos me costo infiernos, basto con hacerlo para darme cuenta de que era mi celular él que sonaba y como vibraba supe que era una llamada.

Palmee mis pantalones y lo saqué, desconocido.
Sabia que mi experiencia con esos números era mala así que la rechace y apoyandome en las paredes me levante. No era la primera vez que me desmayaba, pero si la primera por este motivo.

Ya era de noche 9p.m, Ireneseguía durmiendo por suerte. 
Sabia que tenia que ir al hospital, pero también sabia que debía quedarme hasta sea seguro para la niña. Me sumergí en la oscuridad de la casa y camine hasta la cocina, en el primer piso,  me coloque hielo en la herida y mientras el dolor disminuía yo observaba mi ropa. Manchas abstractas de sangre por todo mi cuerpo, flashes de la mañana vinieron a mi mente y tape mi boca para no vomitar en el piso. Resistí hasta llegar al baño mas cercano y vacie mi estómago en el inodoro.

Me senté en el sofá de la sala, había colocado una venda en mi sien, el dolor había disminuido considerablemente.
A pesar de haber visto "the purge" tantas veces como para no poder contarlas, esta vez, no la disfrutaba como de costumbre.
A pesar de haber cerrado con llave todo, y luego las cortinas, seguía sintiendo inseguridad. Como si yo estuviera dentro de una película justo en un momento de suspenso en el filme volvió a sonar mi celular.

Esta vez si respondí.


Escuche respiraciones entre cortadas, dude en hablar.

-Ho-hola - era su voz

-¿Ares? - pregunté

1

2

3 segundos pasaron en los cuales el solo respiraba, pero como si algo estuviera mal.

-Duele-

-Ares,¿estas herido?- el solo respiraba - Por favor, responde

Mi corazón bombeaba sangre demasiado rapido.

-No.. no puedo. Abreme -


Y entendí, solté el móvil haciendo que se estrellara contra el suelo. Cruce la puerta principal y vi a Ares en la acera, tirado, sangrando. Me acerqué a el muy rápido y lo levanté, por supuesto que el hizo su parte, yo sola no podria haber levantado esa montaña de musculos. Entramos a la casa y el se desplomo en el piso, su abdomen derramaba sangre en abundancia, lo recosté boca arriba y presioné la herida. 

Va a desangrarse, pensé.

Corrí a por el botiquin, y tomé la botella de alcohol etilico. La vacie en su herida, y el gimió de dolor. A juzgar por el tamaño y profundidad deduje que lo que habia causado la herida habia sido una bala.  

-Ares, Ares, no cierres los ojos - intentaba ayudarlo moralmente mientras buscaba en su espalda otro orificio, y para la desgracia de ambos no habia. La bala seguia en su cuerpo. - Necesitamos ir a un hospital Ares, resiste.

-No- el irguió su espalda, y con toda la decision del mundo metió dos dedos en la herida, hurgó y hurgó, mientras mas y mas sangre brotaba de ella,el ahogaba gritos de dolor y yo miraba sin aliento, hasta que de entre sus dedos salio la asesina de hierro. El exhaló profundamente y se desplomó de nuevo en el suelo. Seguí desinfectando la herida después de comprobar que respiraba, el dolor lo habia agotado por completo. 


ARESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora