Capítulo 32: El Escape

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-De todas maneras, era de esperar. Después de todo, es una Dixon.-pronunció Daryl.

Aquella noche, Dasha había decidido cortar los mechones de su prominente cabello, el cual le llegaba casi a ras de la cintura. Lucía sin duda, mucho más hermosa que antes pues el pelo nada más que hacía que cubrir gran parte de su rostro a diferencia de ahora que lo llevaba corto y despeinado; e incluso su figura se veía más estilizada, haciéndola parecer más alta de lo que era. Por otra parte, había logrado hacerse con un cuchillo típico de caza, lo suficiente para dar un recorrido por los jardines infernales de aquel mundo que ahora suponía ser el real, pese a que más de una ocasión ella se sintiese como si permaneciera en un constante sueño. ¿Quién sabe? ¿Y si todo no era más que un sueño dentro de otro sueño? Es posible que hubiera tiempo para responder a esa cuestión pero por ahora debía permanecer en movimiento si no quería que la descubriesen por una segunda vez.

<<No habrá una segunda vez>>, se convenció ella. Y con estas palabras, se puso en marcha.

Así permaneció durante la primera semana, recorriendo las calles derruidas, en busca de víveres, poniendo a prueba todos sus conocimientos adquiridos sobre la caza, despellejando a animalitos y sobreviviendo tal y como lo había hecho siempre hasta que los malditos Salvadores la raptaron. Era cierto que echaba de menos esa sensación de independencia aunque aquellos últimos meses reconocía que se había acostumbrado en muy poco tiempo a ser vigilada y a que no le faltara de nada. Lo mejor de todo era que ya no tenía que preocuparse por las curas de su brazo; la herida ya había sanado y pese a que le costaba hacer algunas de las tareas más elementales, terminaría por acostumbrarse. Era cuestión de tiempo y lo sabía.

Todavía le fue difícil de digerir que Negan la hubiera liberado... Negan...

Y se quedó dormida con dicho nombre grabado en su mente.

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La joven, viendo aparecer los primeros rayos de sol a través del follaje, no tardó en tomar la decisión de ir en dirección a la Comunidad de los Salvadores para hacerles una visita. El silencio a su alrededor se había transformado en un ambiente demasiado aburrido para poderlo soportar; y era verdad que la curiosidad la carcomía una y otra vez. Por lo tanto, tras haber saciado su voraz (como de costumbre) apetito, fue en camino hacia donde se hallaba Negan. 

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora