La Joven sin Voz | Negan (2017)

Capítulo 12. El Equipo de Rick

-¡Suéltame! se resistió Dasha una vez que Negan la hubo sostenido firmemente por las muñecas con una sola mano. ¿Cómo era posible que aquel condenado ejerciera semejante fuerza sobre ella? Sentía incluso adormecer sus brazos, los cuales ahora entumecidos como consecuencia de la falta de circulación de la sangre a través de sus venas, llegaban a sentirse fríos.-¡Te aborrezco!¡Quítame las manos de encima!

Haciendo caso omiso de sus alaridos, la guio con hosquedad a través de los largos pasillos que formaban el edificio hasta llegar a la habitación de éste, cerrando la puerta con llave para acto seguido desabrocharse la chaqueta de cuero y arrojar el fular de un color rojizo oscuro sobre la cama. Dasha retrocedió algunos pasos, estremeciéndose ante lo que parecía estar a punto de suceder. Si Negan le pidiera de nuevo que le rogara, las palabras no serían capaces de brotar.

Inesperadamente, Negan ordenó a la joven que vistiera ambas prendas de inmediato. Su rostro mostraba una expresión de clara irritación. Nunca antes lo había observado de esa forma y ante el pánico de que algo calamitoso pudiera suceder, accedió sin dilación. La muchacha esperaba a que el individuo le concediese unos minutos sola para poder quitarse el suéter aunque para su sorpresa, él simplemente esperaba ansioso a que ella se vistiera. Muy pronto le haría conocer el propósito de tal proposición.

Dasha le dio la espalda y se quitó el suéter, el cual Negan aferró en el momento en que ella lo lanzó contra la cama. Era un hombre de costumbres perversas; agarró la prenda y se dispuso a embriagarse de su aroma delicadamente femenino. Mientras la muchacha se disponía a colocarse el fular él tan solo pensaba en lo pronto que lograría que ella se convirtiera en su esposa. De tan solo imaginárselo, hizo que aumentara su deseo, no obstante trató de disimular enfocando su atención en lo que tenía planeado a continuación. Ella obtendría su castigo sin duda, pero después de pasado un tiempo, estaba seguro de que le rogaría.

-La chaqueta te sienta demasiado grande.-añadió-. Espérame unos minutos. Voy a hablar con Dwight para que pueda buscar una chaqueta similar para mujer.

Dicho y hecho, no tardó en volver con una chupa de cuero para mujer. Esta vez le sentaba genial y se adaptaba perfectamente a la hechura de su precioso cuerpo. Negan estaba expectante ante la imagen que se presentaba ante sus ojos. En ese momento, se dio cuenta de que hacían una bonita pareja y posiblemente llegarían a convertirse en futuros socios.

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-¿Hacia donde nos dirigimos? preguntó la joven.

-Muy pronto lo descubrirás querida, muy pronto lo descubrirás.-sonreía con satisfacción.

Los coches se detuvieron fuera de una residencia cercada. Dasha no pudo ser capaz de ver, fuera lo que fuese aquello que se encontraba adentro pero de lo que sí estaba segura era de que le daba un aspecto mucho más acogedor que el de la comunidad de Los Salvadores. Negan hizo que saliera del coche y la guio hacia un grupo de gente que le resultó desconocida.

-¿Les conoces?-preguntó por sorpresa tratando de descartar que no se trataba de una simple traidora, al igual que el resto.

Dasha negó con firmeza.

-Es el grupo de amiguitos de Daryl. ¿Seguro que no los conoces?

-No sabía que Daryl se paseara por los bosques con un grupo de amigos... -explicó ella más sorprendida que él-. Siempre ha sido un muchacho solitario. Esto es lo último que me esperaría de él.

Negan sonreía sospechosamente y como si urdiera un plan macabro dijo:

-Vamos a jugar a un juego...