Capítulo 31. El Mundo Interno de Dasha

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"Los segundos parecen minutos, los minutos horas, las horas días y éstos últimos se demoran tanto en su ruta que pareciera que se tratasen de meses. En realidad, para ser honesta ha transcurrido exactamente poco más de un mes desde el día en que me he visto obligada a aprender a convivir sin mi mano izquierda. En ocasiones, no puedo evitar tener la extraña sensación de como si todavía dispusiera de ella, recordando con amargura aquel dolor insoportable que llevó a mi propia pérdida de inconsciencia, sin embargo estoy segura de que a partir de ahora acostumbrarme a hacer mi vida sin ella. No quedaría otra elección.

Después de semanas con ausencia de actividad, acordé con el doctor dejar la habitación. Lo extraño fue que Negan solía venir a visitarme las dos primeras semanas después del incidente pero a partir de la penúltima semana, dejó de volver.

-Ahora tu lugar es éste, querida hermana. Eres libre.- sonreía Daryl.

¿Qué clase de lugar se suponía que era aquel? Los primeros días después de haber curado gran parte de mi brazo izquierdo pude advertir que todo lo que allí se hallaba, me hacía rememorar mi vida anterior, lo aburrida que era para lo que yo me había terminado por acostumbrar ahora. A una persona a la cual le gustaban los desafíos, a una persona que no le importaría morir el día de mañana... y a pesar de que al final acabara anhelando un descanso a mi enorme esfuerzo por sobrevivir, cada día que pasaba comprendí que aquel sitio ideal no me pertenecía. No me sentía a gusto y fue algo que no tardé en percibir a partir del momento en que mi estado de ánimo dio un giro considerable.

Algo insistía en que debía marcharme...

Incluso la relación que existía entre mi hermano y yo no era buena. Los días se llenaban de reproches, rencor y nos pasábamos la mayor parte del tiempo discutiendo sobre asuntos que pertenecían a un pasado ya enterrado. Se suponía que había comenzado una nueva vida para mí, un nuevo mundo alejado de los oscuros secretos de una época que ya no volvería a renacer. Esa no es la vida que esperaría... y por ello, debía irme y debía hacerlo tan pronto como me fuera posible. No importaba a dondequiera que fuese; mi principal objetivo era abandonar aquel lugar inundado de hipocresía.

Y para ello, debía tener en cuenta que era necesario resistir un poco más de tiempo, analizar a las personas, los turnos de vigilancia así como recordar las debilidades de cada uno. Así lo había decidido por una semana. No más... 

...hasta que una noche cualquiera, mientras todos durmieran, agarraría una mochila, la llenaría de provisiones y me iría muy lejos para jamás regresar".

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora