Capítulo 22. La Nota Olvidada

2.4K 173 17
                                    

Negan regresó de nuevo al edificio con la sensación de haberse librado de un buen peso a sus espaldas.

Ansioso por volver junto a Dasha para relatarle lo sucedido, sus pies se detuvieron en medio del camino, absorto en sus propios pensamientos. No sabía por qué extraña razón le picaba la curiosidad por registrar la habitación que antes era ocupada por la muchacha. El día de ayer había permanecido encerrada durante todo el día sin apenas degustar bocado. Le fue imposible creer que una joven tan inquieta como ella se pasara un día entero sin hacer nada en su habitación. Algún secreto debía tener.

Una vez adentro, se dispuso a buscar por todos lados. Examinó si había algo de interés en los cajones de la mesilla de noche, los cajones del escritorio, debajo del mismo, de la cama, el armario... no obstante, fue incapaz de encontrar algo que le pareciese interesante pero antes de salir tiró de las mantas de la cama y de la almohada... tampoco había nada, ni tan siquiera dentro de la tela del colchón. Nada...

A pesar de eso, en el momento en que estaba dispuesto a marcharse observó bajo sus una diminuta hoja de papel tirada en el suelo. Cuando la agarró, observó que estaba doblada y en cuanto comenzó la desplegó para empezar a leerla. Sus ojos se abrieron ante el contenido inesperado de la misma, percatándose al segundo de que en efecto, había sido escrito por Dasha y decía así:

 Sus ojos se abrieron ante el contenido inesperado de la misma, percatándose al segundo de que en efecto, había sido escrito por Dasha y decía así:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una sonrisa se dibujó en su rostro entretanto guardó la nota en uno de los bolsillos traseros de su vaquero. Ante tal joya recién descubierta, no dudó esperar a dirigirse más que nunca con rapidez hacia su habitación donde le aguardaba su pequeña sorpresa.

-¡Ya estoy de vuelta!

Y antes de girarse, cayó en la cuenta de que algo punzante le apretaba el cuello. Era Dasha, apretando su cuello con un cuchillo a la vez que mirándole de manera despreciable.

-Haz el amago de moverte y no dudaré en enviarte a la otra vida...

Negan obedeció por vez primera, abrumado ante el inesperado recibimiento por parte de la joven, habiéndose esperado algo totalmente diferente.

-Baja ese cuchillo muchacha o no responderé de mis actos.-advirtió él con seriedad.

-Estoy harta de tu existencia, bastardo.-lo amenazaba mirándolo fijamente a los ojos aunque en ocasiones su torpeza la delataba.

-¿Es eso tan cierto como que también extrañas el sabor de mis besos?-le sonreía él sin dejar de mirarla a los ojos con ternura.-Permitiré que acabes con mi vida en este instante. Adelante... no opondré resistencia y te aseguro que está será la única oportunidad que tengas para acabar conmigo si tan deleznable te resulto.

Dasha trató de demostrar valentía y confianza total en sí misma sosteniéndole la mirada y poniendo todo esfuerzo que le era posible.

-¿Qué es lo que tratas de conseguir con esto, querida?¿Por qué no aceptarlo de una vez...? Si tanto me odias, hazlo. Si de verdad me odias por lo que he despertado en ti, elimina el problema de raíz.-la provocaba él.-Tómalo en consideración más que nunca. De esta manera, al fin podré desaparecer de tus vista para siempre. Está será la última vez me contemples...

-¡Cállate!¡No te atrevas a continuar...!-ordenó interrumpiéndolo de manera abrupta luchando contra sí misma. Sus ojos empezaban a humedecerse, resistiendo cada segundo que transcurría, sin embargo se hallaba demasiado débil para soportarlo. Era una lucha de miradas y de resistencia y no debía dejar que sus palabras le provocaran confusión.

A continuación, obligó a Negan a moverse lentamente en dirección a la cama, muy despacio mientras ella se mantenía firme en su amenaza sin dejar de retirar el cuchillo de su cuello.

-¡Siéntate!

Él se limitaba a hacer lo que ella le pedía. Dasha contenía las lágrimas pero la humedad de sus ojos la delataban por momentos lo que al hombre le pareció una escena hermosa de contemplar. Su pulso había empezado a temblar de manera desmesurada. Los nervios habían decidido traicionarla de nuevo y en un descuido, Negan aprovechó a agarrarla y la tiró a la cama, posándose sobre ella. La muchacha forcejeó y logró desasirse para esta vez amarrar el cuchillo, manteniendo al individuo preso tumbado sobre la cama y ella sentada a horcajadas sobre él, inclinada y apretando más que antes el cuchillo a su garganta.

-Tus últimas palabras...-pronunció ella y trataba de decir algo más cuando de repente, sus palabras volvieron a dejar de sonar tal y como sucediera durante los 4 años pasados.

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora