Capítulo 66. "Negan..."

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Las muchachas mantuvieron conversaciones durante largas horas. Pese a que Dasha todavía era capaz de guardar recuerdos difusos, no hubo manera de recordar vivencias que le relacionasen a la figura de Negan. Beth tampoco parecía conocer demasiado acerca de él; supuestamente la joven rubia había permanecido alejada de su grupo durante casi más de un año, vagando en solitario y tratando de sobrevivir, lo cual le valía su admiración.

Sin embargo, llegó un momento que Dasha debía haber previsto. Y es que empezó a sentirse debilitada debido al hambre que estaba padeciendo. Tal y como había acontecido con anterioridad, padecía una dolencia que le provocaba que al permanecer durante demasiado tiempo en ayunas, esto le causaban terribles dolores de estómago, por lo que necesitaría salir cuanto antes de allí y nutrirse para mitigar aquellas molestias.

-¿Qué te pasa, Dasha?-preguntó la otra profundamente preocupada.

-Me duele...-sollozaba.-me duele mucho...

Beth se puso a golpear la puerta y a gritar ayuda sin descanso. Al parecer, no transcurrió demasiado tiempo hasta que ésta se abriera y alguien hiciese acto de presencia. Era Negan, luciendo una camiseta de color blanco y manga corta, mostrando preocupación en su rostro. Para cuando se adentró a socorrer a su "ex-compañera", ésta yacía tumbada en el suelo, signo evidente de que había perdido la consciencia. Enseguida pidió que alguien preparara una bandeja llena de comida para ella; la cargaba en brazos y le sorprendía notar cómo el cuerpo de la joven apenas respondía, como si de un cadáver se tratara.

Entró en la habitación y la colocó con cuidado sobre la cama, sentándose a su lado. 

-Despierta, muchacha...-susurró tiernamente, mientras le palpaba la mejilla con el fin de hacerla reaccionar.-¿cómo puedes ser la única persona de este mundo capaz de hacerme sentir tan débil?¿Por qué eres la única que posee el poder de hacer que me doblegue sobre mis rodillas?

En cuanto le entregaron una bandeja llena de carne y fruta, irguió a la muchacha y la acomodó junto a su hombro. Así, comenzó a hacer el intento por que comiese. Al principio, Dasha no se movía pero a medida que pasaban los minutos y Negan insistía para que por fin mordiese un pedacito de banana, sus labios comenzaron a moverse, muy lentamente... lento hasta que procedió a abrir su boca, accediendo a masticar lo que le era ofrecido.

-Tómate el  tiempo que necesites, querida.

Ella abrió los ojos debilitada, encontrándose de manera inevitable junto con los suyos. La joven, sin mediar palabra, continuó comiendo despacio sin que su expresión facial cambiara. Se sentía demasiado débil para protestar por lo que se dejó alimentar.

-Dios mío...-susurró él.-si no fuera porque no eres capaz de recordarme, te haría mía en este instante.

Ella no decía nada, tan solo se limitaba a observarlo, sintiendo una curiosidad repentina por las palabras de aquel imponente y atractivo hombre.

-¿Es Hisae tu novia?-preguntó el hombre con sarcasmo.

-No...-respondió tras unos segundos de silencio.-no era más que un sueño... los hechos se han tergiversado al mezclarlos con mis sueños... no hay más que eso.

-Maldita sea mi jodida suerte... Debía castigarte duramente y dejar que murieras en esa apestosa celda por haberme abandonado tanto a mí como a tu precioso hijo. No obstante, ya me han hecho partícipe de los motivos por los cuales has decidido partir. No puedo culparte por ello.

Él la acariciaba con ternura, mirándola a los ojos, sin separar su mirada. Ella se quedó clavada ante aquellos expresivos ojos que parecían implorarle que regresara a él. La miraba con tanta intensidad, que de la joven brotaron lágrimas. Éste las secaba con sus dedos.

-Lo siento...-acertó a decir ella mientras cerraba los ojos.-lo siento mucho...

Todavía le quedaba medio plato de carne cuando agarrándolo por sorpresa, Dasha apartó la bandeja a un lado de la cama y se aproximó a Negan, muy despacio, sosteniendo su mirada y su rostro entre sus pequeñas manos. Los ojos de Dasha estaban muy húmedos, llenos de sufrimiento y para sorpresa de ambos, ella atrapó con ansia, los labios de él entre los suyos.

-Lo siento, Negan...-pronunció ella mientras lo besaba con pasión.-nun... nunca debí haberme ido... solo... Necesitaba tiempo...-pensó que se quedaría sin respiración.-...estaba muy mal emocionalmente y si no lo hacía me acabaría matando...

-¿Me recuerdas?-la apartó él extrañado.-¿¡Cómo es posible que tu recuperación haya sido tan rápida!?

-No lo sé.-trató de acercarse a él para besarlo de nuevo pero éste la rechazó, incrédulo.-¿Quizás el haberme quedado inconsciente ha servido de algo?

-Juro que como intentes engañarme, te mataré querida... y lo haré con mi querida Lucille... por lo cual, por tu propio bien, ¡espero que esto no se trate de una maldita trampa!-amenazó él fuera de sí, alejándose de ella sin creer en sus palabras.

-¡No!-gritó ella y parecía honesta por la expresión que adoptó.-¡no estoy mintiendo!

Negan la agarró con violencia del brazo e indicó a uno de sus hombres a que la encerraran en una habitación durante el resto del día. Al parecer, tenía demasiado sobre lo cual pensar y mucho sobre qué hablar con el doctor.

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora