Capítulo 51. A Tiempo...

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-¡Carl!

Éste asentía con la cabeza a medida que iba avanzando hacia ella con pasos lentos pero seguros. No decía una palabra; quizás se las había arreglado para visitarla en secreto con el fin de liberarla. Aquella había sido su esperanza, pero muy pronto se daría cuenta de que sus cábalas no eran tan exactas como ella había vaticinado.

-Nos volvemos a ver... pronunció él al fin con una débil sonrisa.

-Nunca debí haber vuelto...-susurró ella con tristeza.

-¿¡Qué es lo que demonios te esperabas, Dasha!?¡Negan asesina a Gabriel y a Carol y sigues cuestionándote porque nadie ha vuelto a confiar en ti!¡Tienes que entender que después de defenderle y dar la cara por él, todos te creen una amenaza para la comunidad!

La muchacha, frunciendo el ceño, quedó perpleja ante semejante afirmación:

-¿Qué Negan qué...?

-Por favor, Dasha. Intenta hacerme las cosas más fáciles, ¿quieres?¿Por qué te obcecas por defender a un hombre que pronto recibirá su sentencia de muerte?

-Carl... Negan no mató a Gabriel ni a Carol. Es cierto que fui yo.-sentenció ella, mirándolo con incredulidad.

Carl negó con la cabeza y se dio media vuelta, rechazando la vericidad de las palabras que habían acabado de fluir de los labios de la joven.

-¡No, Dasha!¡Es suficiente!¡Olvídalo ya!¿¡Qué demonios le has visto!?-casi gritaba, furioso. La muchacha no sabía cómo debía reaccionar ante tal actitud.

-¿Qué es lo que sucede, Carl?-trató de averiguar ella sin apenas poder borrar su expresión de angustia-¿Qué es lo que te hace creer lo contrario de lo que ha acontecido? Pienso que he sido lo bastante clara como para hacerme entender.-tomó un respiro y prosiguió.-Desconozco a cuántas personas habrá matado Negan, sin embargo, lo que sí puedo asegurar es que Gabriel y Carol no forman parte de esa lista de víctimas.

En principio, Carl seguía dándole la espalda hasta que no tardó en volverse a girar en dirección hacia ella, susurrando:

-Acércate un momento...

-... para qué...?-preguntó ella con desconfianza.

-¡Porque lo digo yo!¿¡No te parece suficiente con eso, muchacha!?-gritó un Carl agresivo.

A pesar de su poca disposición, no pudo por más que obedecer ante tal mandato, expreso de semejantes modos. Debía recordar que el muchacho se encontraba en posesión de las llaves y tenía la obligación de portarse bien si no quería que las cosas empeorasen. Al menos por su bien. Por lo que ambos permanecieron frente a frente, mirándose fijamente, sobre todo Carl, el cual parecía analizar cada milímetro de su rostro. Era obvio que la muchacha se sentía incómoda ante la actitud tan inesperada de aquel jovencito, el cual no debía de pasar los 18-19 años.

-Carl, creo que te estás confundiendo...-pronunció ella a punto de retroceder sobre sus pasos.

El muchacho, sin embargo, se dispuso a abrir la celda para entrar y volver a cerrarla a sus espaldas. Dasha no podía creer lo que estaría a punto de suceder. En ese momento, solo podía retroceder al mismo tiempo que imágenes escabrosas comenzaban a invadir su mente.

-Carl, por favor...

-¡Cállate, Dasha!-ordenó él sin retirar la mirada de ella.-No voy a hacerte nada si eso es lo que temes. Solo te pido que te acerques un momento. Solo eso.

Dicho y hecho, ambos volvieron a hallarse de frente. Entonces sucedería algo que no formaba parte de la imaginación de Dasha; Carl estaba colocando las llaves que mantenía sujetas en uno de los bolsillos de su pantalón y añadió:

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora