Capítulo 38. La Primera Noche

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-Eres libre, Carl...

Y el joven abandonó la comunidad para siempre.

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Al regresar a su habitación en busca de Dasha, éste descubrió que la misma se hallaba llorando desconsoladamente sobre la cama.

-¿¡Qué es lo que te sucede ahora, mujer!?-se quejó él con fastidio.

Al no recibir una respuesta, se acercó a la cama y la agarró de la muñeca derecha para obligar a ponerla en pie de un fuerte tirón.

-Déjame...-pronunció ella acariciando su brazo izquierdo y torció la mirada, ignorándolo. Negan en cambio, la observaba mientras lo hacía y por ello se quedó pensativo durante un momento hasta que las palabras hirientes que había pronunciado anteriormente, le hicieron recordar que ese debía ser el principal motivo de dicho enfado.

Su semblante adquirió una expresión de tristeza mientras ella mantenía su mirada hacia abajo y no parecía disponer de voluntad propia para decir o replicar nada por lo que la atrajo en un protector abrazo:

-Lo siento...-susurró él, tranquilizándola.-No debí haber dicho esas palabras tan asquerosas que te dije antes...-y la mantuvo así durante largo instante hasta sentir que los latidos de su corazón iban recuperando su ritmo regular para añadir.-¿Sabes una cosa, Dasha?-preguntaba mientras la mantuvo presa en su abrazo.-Durante el tiempo que has estado recuperándote en Hilltop he ido a verte a diario hasta que el doctor me informó de que ayer te darían el alta. Yo siempre estaba ahí mientras dormías, yo era quien agarraba tu mano mientras descansabas, mientras te eran suministrados los calmantes y los somníferos necesarios para que durmieras lo suficientemente relajada, lejos de cualquier molestia. Y aunque no lo creas, he pasado todo este tiempo sin tocar a ninguna otra mujer..., excepto a ti.-Dasha no decía nada, visiblemente exhausta, demasiado agotada para protestar o cuestionarlo, ni siquiera tiempo tenía para pensar.-El harén es inexistente; lo organicé ayer en caso de que volvieras con el único propósito de observar tu reacción... En parte, debo confesar que a veces preferiría que te fueras pues todas las mujeres que en verdad he querido parecen sufrir una especie de suerte nefasta. Verás... mi primera mujer murió de cáncer y tú, oh... esta vez... no puedo permitir que mueras. En realidad desearía alejarte de mi lado pero por otra parte sé que me veré rodeado de mujeres que en realidad no llenarán ese vacío de la manera en que tú lo haces...

Dasha no pudo por un momento creer las palabras que aquel individuo le estaba dedicando. No podía ni debía ser cierto. Por lo que se deshizo de su abrazo para alejarse de él, sin embargo, Negan fue más rápido y la atrapó una vez más así como su rostro para encontrarse con su debilitada y húmeda mirada. Se examinaban fijamente y fue el instante en que ella se percató de que había estado anhelando aquel rostro. Se sentía vulnerable frente a él, sin embargo no pudo soportar más la tensión que se mascaba entre ambos y no tardó en dejarse llevar.

Dasha acercó su rostro por primera vez de forma voluntaria hacia él para brindarle un tierno beso en la comisura de sus labios, muy lentamente hasta rozar sus labios con los suyos con suavidad hasta que el beso se transformó en un beso húmedo y apasionado. Así, Negan la guió hacia la cama y se posó suavemente sobre ella comprobando la suavidad de su impoluta piel. La besaba con ternura, la acariciaba, la exploraba por zonas donde antes posiblemente ella no le hubiera permitido llegar y la amaba como nunca antes lo había hecho.

Esa sería la primera vez que Dasha dormiría con él, la primera vez en que compartirían algo íntimo más allá que los simples besos y caricias que habían estado compartiendo constantemente; éste había tomado la decisión de que la amaría durante toda la noche y no se detendría aunque ella le llegara a suplicar que lo hiciera. Obtendría más y más de él, pues estaba dispuesto a llenar definitivamente ese vacío que ella había estado soportando durante años. Y así fue, como la joven en un principio tímida, se había dejado llevar. Aunque no tardó en mostrar su deseo de pedirle más entre el sudor que empapaba ambos cuerpos.

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora