Capítulo 40. La Respuesta es NO

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Su cara le ardía durante escasos segundos. En efecto, Dasha no parecía haber medido con exactitud la fuerza con que había propinado semejante bofetada. Su mejilla se veía visiblemente roja y la expresión de Negan amenazante junto con una sonrisa fruto de un sarcasmo que supo contener, dibujada de medio lado.

En cambio, la muchacha adoptó una actitud de sorpresa ante la intensidad de dicho golpe.

-Mejor voy a darme un paseo por la zona...-acertó a decir él. Y se apartó de su lado, avanzando hacia la comunidad, no sin antes lanzarle una mirada de decepción.-¡Rick! Llévame a dar un paseo antes de que me cabree más; vamos a dejar que los hermanitos tengan oportunidad de celebrar una reunión familiar.

Dicho esto, Negan se dispuso a hacer lo habitual; recorrer los alrededores y comprobar lo que los habitantes de aquel hermoso lugar le estaban guardando. Sin embargo, le extrañó no sentirse con demasiados ánimos para montar el show tal y como lo venía haciendo desde un principio. No le fue posible dejar de pensar en qué estaría haciendo Dasha durante aquel momento de privacidad fraternal. Rick se percató de la seriedad del susodicho y tan solo se limitó a observar su expresión de consternación.

-¿Sabes? Yo jamás habría esperado esto, Rick. Puedes creerme... No lo buscaba, simplemente se dio.

Pero no recibió una respuesta.

Por otra parte, Daryl y Dasha se hallaban a medio camino observando los alrededores de Alexandria, sin pronunciar apenas palabras al menos por parte de ella por razones obvias. Daryl hablaba en ocasiones, nada fuera de lo común, parecía plantearle cuestiones a la joven de manera que ella pudiese comunicarse a través de un simple 'sí' o un 'no', hasta que añadió:

-Vamos a un lugar más tranquilo. No me apetece que estén vigilando esta conversación.

Ella asintió y lo acompañó de buena gana. Así, se sentaron en el porche de una de las casas. A Dasha le agradó el sitio. Le resultaba un lugar precioso donde dejar pasar el resto de sus años, quizás demasiado tranquilo para su gusto, no obstante pudo apreciar de manera confiada que allí podría ser feliz con muy poco.

-¿Desde cuándo, Dasha?¿Desde cuándo llevas engañándome?-soltó él repentinamente, tomándola por sorpresa para así modificar el rumbo de la charla.

La muchacha arqueó una ceja extrañada mientras negaba con la cabeza.

-Ahora cuando más necesito una explicación, te quedas sin palabras... ¿Por qué?¿Por qué él?

Reinaba el silencio. La joven sentía impotencia a causa de su imposibilidad de pronunciar sonido.

-Hubiera sido mejor no habernos vuelto a ver nunca más.-le echó él en cara con dureza.-No me hubiera esperado esto de ti ni mucho menos. Eres detestable.

La muchacha intentaba articular palabra pero estaba completamente muda. Su única respuesta fue la humedad que invadió sus ojos y el torrente de lágrimas que recorría sus mejillas. Y a pesar de no proferir sonido alguno, sus sollozos se hicieron audibles en cuanto vio que su hermano hacía ademán de dar media vuelta, dispuesto a marcharse:

-No quiero que vuelvas a pisar más esta comunidad...-ordenó él.-...o me veré obligado a matarte.-dicho esto lanzó un escupitajo al suelo como muestra de la repugnancia que comenzaba a experimentar hacia la existencia de ella.

Y la muchacha lloraba y lloraba desconsolada, sin ni siquiera poder detenerse. Le dolía ser incapaz de defender su posición ante el estado en que se hallaba. Y no era algo que le pareciese justo viniendo de su hermano ¿Cómo podía hacerlo si ninguna palabra quería salir de lo profundo de su garganta? Sentía que se ahogaba en sus propio esfuerzo hasta que por fin, logró gritar:

-¡No!

Daryl se giró y permaneció clavado al suelo esperando escuchar una explicación convincente:

-Tú... tú nunca te has preocupado por mí.-decía ella con horrible esfuerzo, titubeando.-Nun... nunca me has querido.

Dasha se sentía lastimada. Su apariencia en aquel momento era equivalente a como si estuviera a punto de sufrir un ataque de asma. Algo esencial como es el respirar, le suponía un sobre esfuerzo.

-Nunca has estado ahí cuando más te necesitaba...-le costaba hablar debido a la emoción del momento y tan afectada se veía, que se cayó de rodillas al suelo, tratando de sostener el peso de su cuerpo, el cual se hallaba debilitado.-Pa... papá llegaba borracho a casa...-tomaba aire para respirar.-papá... me daba palizas, culpándome de sus problemas.

Daryl abrió los ojos incrédulo. No podía siquiera pestañear ante la revelación de su hermana:

-¿Dónde estabas tú... dónde estabas... tú...tú... cuando la sangre salía a borbotones de mi nariz?¿Dónde estabas?¿Dónde estabas cuando tenía que cubrir uno de mis ojos con vendas y aparentar que había sufrido un accidente cuando me veía obligada a asistir a mi clase diaria... por temor a que... a que todos descubrieran lo que mi padre me estaba haciendo... para evitar que hubiese una próxima vez?¿¡Dónde demonios estabas tú!?¿¡Eh!?¡Respón... respóndeme!

Daryl permaneció helado sin palabras. Estaba a punto de replicar cuando ella lo interrumpió de nuevo:

-¿Quién eres tú para echarme nada en cara? Tú no eres quien de pedirme ningún tipo de explicación. A día de hoy sigo viva porque me desperté en la camilla de un hospital tras haber recibido la última paliza de nuestro querido padre, sobreviviendo a un coma de dos semanas.-miraba a Daryl fijamente a los ojos y los sollozos fueron aminorando en intensidad.-Cuando hayas pasado por todo lo que yo he tenido que soportar a lo largo de mi vida, ahí será cuando pueda llegar a tomar en cuenta alguna de tus preciadas lecciones de moral. Es más, ¡debería matarte ahora mismo!

Para sorpresa de todos los presentes y sin previo aviso, Dasha sacó un revólver que mantuvo escondido en una de sus botas y en el momento justo en el que iba a disparar en dirección a su hermano, notó que alguien la detuvo de golpe.

-No...-protestó Negan, quitándole el arma de la mano.-No vas a matar a tu hermano, querida. Es la única sangre que te queda te guste o no.

La muchacha abrió los ojos sorprendida ante la inesperada conducta del líder.

-Vámonos antes de que intentes cometer más locuras.-la regañó él.-Ya ha sido suficiente por hoy.

-¡Deja que sea libre!-le gritó Daryl incapaz de cambiar la expresión de perplejidad que ahora parecía haber perpetuado su rostro.

-Ella siempre ha sido libre.-contestó él al mismo tiempo que agarraba a Dasha de la mano para abandonar Alexandria.

Y lo hicieron en silencio, un silencio únicamente acompañado por el llanto sepulcral de ella.

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora