Capitulo XIV

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Se hizo de noche y me temí que el tiempo que tenía para estar con Camila se fuera a agotar pronto. No sabía cuándo iba a verme arrastrada de nuevo a mi propio tiempo. No me ganas de volver a dejar a Camila. Tenía que hacerle saber lo que estaba pasando. Tenía que intentar al menos explicarle lo que ocurría, sabía que si no lo hacia ahora, jamás me perdonaría otra desaparición misteriosa.

Me acerqué a ella cuando estaba escribiendo en su diario. Levantó la mirada hacia mí con esos grandes ojos marrones y en ellos no pude ver más que esperanza. Dios, me sentía como la perra más grande del mundo. Ahí estaba yo, prometiéndole que no la iba a dejar ¡y ni siquiera pertenecía a este tiempo, ni se suponía que estuviese aquí! Ella era muy confiada y yo quería estar aquí para ella. Pero no sabía si iba a poder ser, por más que lo deseara con todo mi ser. Camila necesitaba las fuerzas para valerse por sí misma.

Espero poder darle esa fuerza... ¿Me creería si le dijera la verdad? No quiero dejarla de nuevo sin que sepa por qué me he tenido que ir. ¡Mierda! ¿Y de verdad estoy segura si podré regresar? A la mierda, es ahora o nunca Jauregui...

—hmm...oye, Camila, tengo que decirte una cosa. Te va a parecer una locura total y probablemente acabes echándome a patadas de tu habitación. Pero realmente creo que tienes que oírlo.

Cerró el diario dejando dentro el bolígrafo para marcar la página. Arqueó la espalda e hizo crujir sus vértebras una tras otra, suspirando con alivio. Me quedé totalmente traspuesta observando este movimiento tan sensual. Aunque sé que ella no tenía ni idea de lo que me estaba provocando. Casi perdí el habla cuando me contestó.

—¿De qué se trata, Lolo? No te voy a echar a patadas. Sólo te pediré que te marches cortésmente —dijo sonriendo.

—Tengo que hablarte del lugar a  donde fui cuando me marché la otra vez.

—Lauren, si no me lo puedes decir, no quiero meterte en problemas.

—Oh, Camila, no me vas a meter en problemas. Es que tengo miedo de que no me creas y de que pienses que estoy totalmente loca —le dije con sinceridad, sin mirarla a los ojos.

—¿Qué es, Lauren? Dímelo sin más...me estás poniendo nerviosa.

—Dios, ojalá fuera tan fácil...desearía que fuese tan sencillo...¡Mierda! ¿Por qué es todo tan complicado? —Me puse a dar vueltas de un lado a otro, hablaba rápido como queriendo convencerme a mi misma de lo que estaba a punto de hacer no era el peor error que podría cometer.

Camila se levantó de la cama, me agarró por los brazos y me miró directamente a los ojos.

—Dímelo, Lauren. Solo dilo.

Tragué con fuerza.

—hmm...bueno, tal vez sería mejor esperar.

Cobarde de mierda. Eres una vergüenza para el apellido Jauregui, tu abuelo fue héroe de guerra y ¿tú no puedes hablar con la verdad sin temblar?...

—Muy bien, lo que te resulte más fácil, Lauren, Aquí estaré cuando quieras hablar de ello.

—Yo...sólo quiero que sepas esto, Camila. Si me vuelvo a marchar, tienes que saber que volveré. No lo olvides. Volveré.

—¿Qué quieres decir con que si te vuelves a marchar? Lauren, me prometiste que no lo harías de nuevo. —pude ver un destello de pánico cruzando su mirada.

A FRIEND IN NEED (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora