Cuando aparecieron los títulos de crédito del final, observé su cara mientras las lágrimas le resbalaban por las mejillas. Tenía los ojos enrojecidos e hinchados por la historia que acababa de ver. Sabía que esa película le iba a encantar. Contaba nuestra historia, sólo que la nuestra era más feliz.
—No me lo puedo creer —dijo sorbiendo—. Era como si fuéramos tú y yo. Aunque creo que a nosotras nos ha ido mejor. Él tuvo que morir para volver a estar con ella. Dios, tengo el corazón encogido. Cuánto me alegro de estar aquí contigo, Lauren. —Se pegó a mi cuerpo y se echó a llorar. Lloraba por lo triste que era la película que acabábamos de ver, pero yo sabía que también lloraba dando las gracias a Karla Estrabao por lo que nos había dado.
Eran casi las dos de la mañana y ni siquiera le había enseñado mi más preciada posesión. Ahora era el mejor momento.
—¿Quieres ver mi tienda? —le pregunté, acariciándole la cabeza que tenía apoyada en mi pecho.
—¿Tu tienda?
—Sí, la que me dejó mi padre. Es lo único que tengo que siempre hará que me sienta cerca de él.
—¡Vamos! —dijo con emoción. Se enjugó las lágrimas con la manga de la camisa y me ofreció la mano. Me sujete de ella y me levanté. La llevé escaleras abajo y abrí la puerta que daba a Clásicos en Tecnicolor. Pulsé el interruptor de la luz y se encendieron los fluorescentes.
Observé con orgullo mientras ella se movía por mi tienda, tocándolo todo al pasar. Me miró con tanto amor que se me hinchó el corazón.
—¡wow! Este sitio es increíble, Lauren. Seguro que haces feliz a mucha gente con estas cosas. Cuántos recuerdos de todas las películas, antiguas y nuevas. ¡Es genial! ¡Me encantan los trajes! ¿Son originales?
—Antes tenía algunos originales, pero estos en su mayoría son copias. Voy a subastas y cosas así para conseguir todo lo que puedo. La gente se pone muy sentimental cuando viene aquí. Me alegro de formar parte de ello. Mi padre me enseñó lo maravilloso que puede ser. He hecho feliz a mucha gente con las cosas que vendo aquí. Por eso me encanta mi trabajo.
—Eres una mujer maravillosa, Lauren Jauregui. Me alegro tanto de que volvieras por mí.
—Yo también, Camz. Yo también —dije, abrazándola. Era una sensación de la que no me hartaba.
—¿Te quieres ir ya a la cama? —preguntó suavemente, apoyada en mi hombro.
—¿Estás cansada? —pregunté, ya que yo no estaba cansada en absoluto después de nuestra siesta.
—No, la verdad es que quería volver a sentir tu cuerpo junto al mío. Me ha encantado estar contigo hoy.
Se me puso el cuerpo muy caliente al darme cuenta de tal sugerencia.
—A mí también me ha encantado. Sí, vamos arriba—dije y ella miró a su alrededor por última vez y me sonrió.
—Este sitio es maravilloso, Lolo.
—Gracias....Para mí es importantísimo —dije y apagué las luces y volvimos arriba.
—Se nota, se que tu padre estaría orgulloso —dijo sonriendo mientras subíamos abrazadas.
Regresamos a casa y fuimos a mi dormitorio. Ella fue al baño y yo me senté y me quedé mirando por la ventana. Cuántas cosas habían pasado en mi vida en el último mes más o menos. La verdad es que costaba creerlo. Estaba esperando a que la alarma me volviera a despertar. Pero no sonó.
Camila salió del cuarto de baño y me volví para encontrarme con una visión resplandeciente.
Sabía que estaría estupenda con esa ropa interior. ¡Bravo Jauregui!
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A FRIEND IN NEED (camren)
Fanfiction-cuando te miro, yo...este vacío que he sentido mi vida entera desaparece...creo, yo...creo que tal vez he encontrado a mi alma gemela. - ¿En realidad crees que ese tipo de amor existe? -¿no es eso con lo que todos soñamos?, ¿en que alguien mire tan...