Capitulo XXVI

34 8 0
                                    

Volví arriba y me senté en el sofá. Encendí la televisión e intenté no pensar en cómo encontrar a Camila. No me sirvió de nada. Cada anuncio, sobre todo los de Hallmark, me recordaba a ella. Echaba de menos su sonrisa, su olor, pero sobre todo, echaba de menos su dulce voz. Hacía tiempo que no la oía. Había esperado oírla en sueños la noche anterior, o incluso regresar, pero por desgracia me quedé donde estaba.

Oí pasos en el porche de atrás y esperé que fuera Karly. Apagué la televisión y me dirigí a la cocina.

—¿Karlz? ¿Eres tú? —pregunté esperanzada.

—Sí, cariño, ¿me echabas de menos? —bromeó.

—Sabes que he estado esperando noticias tuyas hecha un manojo de nervios —dije haciendo un puchero.

—Bueno, pues si estás lista, Lauren, vamos a empezar. Nonnie conoce la situación y estamos preparadas para hacerlo —me tranquilizó.

—Genial, ya sabes que estoy más lista capitana. ¡Vamos allá! —dije, haciendo una seña de saludo naval con mi mano muy emocionada y pasé disparada a su lado para bajar.

Karly soltó un gran suspiro y corrió detrás de mí.

—Espera un momento, Lauren. No puedes hacer nada hasta que lo tengamos todo listo —me gritó.

No veía el momento de empezar. Sabía que estaba acelerada y que era muy probable que esto tampoco funcionara, pero ya no soportaba más estar separada de Camila. La necesitaba como necesitaba aire para respirar.

Abrí la puerta de la casa de Karly y Nonnie y entré en su cocina. Me encontré a Nonnie sentada tranquilamente a la mesa bebiendo té.

Hola, Nonnie. ¿Cómo estás? —sonreí.Sabia que Nonnie siempre disfrutaba de hablar en su lengua materna.

Mi niña, ven, siéntate y deja que te hable de esto por un segundo, ¿de acuerdo? —me pidió con calma.

Claro, Nonnie. Seguro que me vas a decir que puede que esto no funcione y que no debería ilusionarme demasiado. ¿Verdad? —dije, enarcando las cejas con aire interrogante.

—Tienes razón en parte, como siempre —sonrió—. Pero quiero que me hables de esta Camila y de lo que significa para ti. Cambio el tono y el idioma, hablaba seria y solemnemente, así que me senté.

—Estoy enamorada de ella, Nonnie. No he sentido esto por ninguna otra mujer con la que he estado en mi vida. Es la otra mitad de mi ser, lo sé, lo siento, cuando estoy con ella me siento completa y feliz. —respondí con total franqueza.

—Así que no hay nada que no estés dispuesta a hacer para volver a estar con ella, ¿verdad?, ¿incluso si es peligroso? —preguntó muy seria.

—Daría y haría lo que fuera por volver a estar con ella, Nonnie. O al menos por asegurarme de que está bien y es feliz aunque no estemos juntas, no puedo dejarla ahí a sufrir sola. Hasta ese punto la quiero.

—Muy bien, eso está claro y es maravilloso. Ahora necesito que comprendas que es posible que esto no salga exactamente como deseas. Es posible que consigamos que vuelvas allí y que ella ya haya muerto. ¿Lo comprendes? ¿Va a ser suficiente para ti verla así? ¿Qué pasa si apareces justo en el momento en que se estrella? No podrás hacer nada. ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?

Tuve que pensarlo un momento. No me había planteado esa posibilidad. No sabía si podría verla en ese estado. Estaba segura de que verla ahí y no poder hacer nada para ayudarla me mataría. Pero no hacer algo más para volver a verla me haría aún más daño. Creo que eso contestaba a mis preguntas.

A FRIEND IN NEED (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora