Capitulo XVI

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Camila se terminó su cerveza y me sonrió ligeramente. Tenía un leve rubor en las mejillas aunque se notaba un tono algo amoratado, relucían sensualmente. Se me alegraba el corazón sólo con mirarla. Sentía que mi búsqueda de la otra mitad de mi alma había terminado, lo que era una completa locura, pues no sabia siquiera si era real. Aún así sabía, con sólo mirarla a los ojos, que nunca más tendría que preocuparme por encontrar el amor.

Las mujeres sentadas alrededor de la hoguera por fin habían desistido de que les cantara otra canción. Pensé que diez canciones eran más que suficientes para una velada. Me dolían los dedos de tanto tocar. Estaba pasando una noche grandiosa con Camila y sus amigas. Creo que Mani por fin captó la idea de que babear mirando a alguien fijamente era una grosería. Creo que la regularidad con que Dinah le tiraba piedrecitas la hizo darse cuenta. Fuera lo que fuese, lo agradecí internamente. No es que Mani no fuese atractiva, al contrario tenia un cuerpo despampanante además de una voz privilegiada, el único problema es que no podía pensar en nadie más que la bella latina que estaba a mi lado.

Nos quedamos sentadas en agradable silencio mientras la noche continuaba. Cantamos muchas canciones juntas y creo que por fin alcancé mi límite de alcohol. Sabía que tenía que mantenerme alerta o la descuidada y boca floja Lauren Jauregui me iba a meter en problemas.

Graves problemas.

-¿Lauren? -Camila me miraba con la cara sonrojada.

-¿Sí?

-Me alegro muchísimo de que hayas vuelto -dijo, colocando si mano sobre la mía.

-Yo también. Lo estoy pasando estupendamente esta noche -sonreí.

Dios santo Jauregui, ¿puedes ponerte un poco más cursi?

- Y yo.

Era tan preciosa.

La noche era absolutamente perfecta.

Hasta que apareció él.

-¿¡MILA!? ¿DÓNDE MIERDA ESTÁS? -gritó Austin.

Su voz sonaba más cerca de lo que estaba en realidad. Vimos que venía hacia la playa tambaleándose.

-Oh, mierda. Dios, creía que se había terminado todo-dijo Camila con la voz temblorosa.

-Ustedes marchense de aquí, nosotras nos ocuparemos de Don Maravilloso -dijo Dinah levantándose con su grupo, con una mirada tan encendida que hasta yo me la pensaría dos veces antes de meterme con ella.

-Sí, vamos, rápido, antes de que las vea -insistió Mani.

-¡Esta bien, Camila, vámonos! -dije a toda prisa.

Tomé a Camila de la mano y tiré de ella para correr por la playa en la dirección opuesta a todo el alboroto. Tomé una manta de uno de los troncos y envolví a Camila en ella, cubriendo su cabeza, con la esperanza de que Austin no la viera. Corrimos lo más deprisa que pudimos, sin soltarnos la mano ni un momento. De vez en cuando volvíamos la cabeza para mirar y vimos que Austin daba tumbos de borracho alrededor de la hoguera. Era evidente que no le hacía gracia que Camila no estuviera allí.

Mala suerte, imbécil. Camila ya no va a volver a ser tu saco de entrenamiento.

-Creo que...creo que ya podemos parar...espera, alto...Camila, para -dije, tratando de recuperar el aliento, intentando detener a Camila que parecía no haberme escuchado, pues seguía corriendo, hasta que la alcance y la pare en seco.

-¡Maldito sea! ¿Por qué demonios no me puede dejar en paz? -Camila estaba furiosa. Se quitó la manta tirándola al suelo sin cuidado y se puso a dar vueltas-. Y encima estaba pasando una noche genial. ¡Que se joda! -gritó y se puso a pasear alzando las manos por encima de la cabeza mientras seguía gritando-: ¿Por qué?¿Cómo demonios supo dónde estaba?¿por qué tuvo que llegar a arruinar una noche perfecta?

A FRIEND IN NEED (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora