Capitulo III

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I think of how you know me,
no doubts no thinking twice.
When your smile can be so soothing,
a familiar paradise.
When there's no one else that makes me whole.
I have never needing more

I get this feeling that I've loved you before...

La mañana llegó muy deprisa cuando oí que mi radio reloj se ponía en marcha con una canción de Melissa Etheridge. Ésta era una de mis canciones preferidas de siempre. La música siguió sonando mientras notaba que la persona que ocupaba la otra mitad de mi cama empezaba a moverse. Me volví y vi una masa de pelo castaño y rizado que se lanzaba sobre mí. Me hizo mucha gracia y más me habría hecho si no hubieran sido las ocho de la mañana. Karly se me echó encima con intención de destrozar mi reloj despertador.

-Si no apagas esa cosa, lo haré yo y entonces tendrás que comprarte otro despertador -dijo Karly de mal humor.

-¿Cómo?¿Acaso es que no te gusta Melissa Etheridge? -le dije fingiendo incredulidad en un tono burlón.

-A estas horas, no hay nada que me guste -dijo con total seriedad, gruñendo.

-Oooh, ¿ni siquiera yo? -continué, con tono lastimado, y un puchero en la cara.

-¡Sobre todo tú! ¿Quieres hacer el favor de apagar ese artefacto del demonio? Dios, no entiendo por qué te levantas tan temprano. ¡Pero si tu tienda no abre hasta dentro de dos horas, por el amor de Dios! -dijo al tiempo que se ponía la almohada encima de la cabeza.

-oh, vamos Kaki, ¿por qué estás tan gruñona por la mañana? -pregunté, dirigiéndome a la ventana y echando un vistazo por las minipersianas-. ¡Fíjate qué cielo! Va será un día precioso.

-Mm-hmm, te creo -dijo, cerrando los ojos con fuerza debajo de la almohada-. Pero no me obligues a levantarme para verlo -dijo, echándose también las sábanas por encima de la cabeza.

-¿Te han dicho lo adorable que estás por la mañana?

Bajó las sábanas y me miró lanzándome puñales con los ojos.

-¿Te han dicho que hablas demasiado por la mañana? ¿Especialmente cuando tienes una mujer en la cama a la que le gusta dormir hasta tarde? -Se quedó mirándome y no pude evitar la sonrisa que se formó en mis labios.

Estaba realmente adorable. Tenía el pelo totalmente revuelto y mechones rebeldes por toda la cara. Se frotó los ojos como una niña de cuatro años a la vez que soltaba un chillidito muy gracioso. Cuando terminó, la miré mientras enfocaba la vista en mí y por fin me dirigió una sonrisa de buenos días.

-¡Ah, ahí estás!. Hola, Kaki, bienvenida de nuevo, me temía que tu gemela malvada Karla se te hubiese reemplazado por tiempo indefinido -dije sonriendo.

-Ja..ja...eres tan graciosa,tú sigue con esos chistoretes y verás cómo te pongo un chichón en el otro lado de la cabeza. -Me guiñó un ojo-.hace mucho que no escuchaba ese apodo, creo que lo he echado de menos-me sonrió con cariño, pues cuando estábamos en el jardín de niños solía llamarla Kaki todo el tiempo-¿Qué tal tienes esa cabezota, cariño? -preguntó, recuperando su carácter bondadoso.

-Hoy me encuentro mucho mejor, gracias a ti. Te agradezco mucho que me hayas cuidado de esa forma.

-Si claro, bueno, ¿y qué iba a hacer, dejarte tirada en el suelo de tu tienda? Y lo siguiente que tenemos es otra historia tipo "Asesinato en el Museo de Cera".

-Ja ja, muy graciosa. ¿Cuánto tiempo estuve desmayada? -Realmente no lo sabía.

-Pues creo que sólo unos minutos. Vine después de mi última cita, que fue hacia eso de las seis, pensando que probablemente no habrías cenado y te gustaría cenar algo conmigo. Por suerte para ti, tengo una llave. Vi tu cabeza asomando por detrás de la mesa. El señor Hooper me ayudó a traerte aquí arriba. Me has dado un buen susto, Lo, me alegro de que estés bien -dijo con toda sinceridad.

A FRIEND IN NEED (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora