Capitulo X

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No pude evitar moverme al notar la dureza de la escalera de incendios clavándoseme en la espalda. Cuando abrí los ojos, me encontré mirando a unos ojos que no había visto desde hacía años. Me hizo falta hasta el último vestigio de control para no gritar.

-¿Necesita un sitio para dormir señorita? -lo escuche decir.

-¿Qué...? -No podía hablar. Me froté los ojos, carraspeé y lo intenté de nuevo-. ¿Disculpe?

-Le he preguntado que si necesita un sitio para dormir -repitió.

-No... yo... amm... -Piensa rápido, Lauren -. Creía que éste era mi balcón. Supongo que era tarde cuando volví a casa anoche y me equivoqué de escalera. -Miré a mi padre y seguía teniendo los ojos más cálidos que había visto nunca-. Lo siento, deje que me vaya y no le daré más problemas.

-No hay problema. Sólo quería asegurarme de que estaba bien.

-Gracias, p... -Me detuve-. Señor. Le agradezco el interés.

-¿Quiere desayunar algo? -Siempre era muy amable con la gente.

-¿Desayunar? hmm... -¿Esto será bueno o malo?

-¿Tiene hambre? Mi esposa y yo estábamos sentándonos a comer y la he oído aquí afuera. Tenemos de sobra, si lo desea -dijo, regalándome una preciosa sonrisa. ¿Cómo podía resistirme a la oportunidad de comer una vez más con mi padre y de conocer de verdad a mi madre?

-Me encantaría, gracias. -Las palabras se me escaparon de la boca antes de que pudiera detenerlas.

Él alargó la mano y me ayudó a entrar en mi cuarto. Yo llevaba la misma ropa que la noche anterior. Revisé mis bolsillos y noté también el bulto del dinero que había metido en ellos la noche anterior.

Conque no puedo controlar la situación, ¿eh, Nonnie? Me sonreí por dentro.

Papá me llevó al interior del apartamento y por el pasillo que yo conocía tan bien. Mi madre estaba en la cocina y se quedó algo asombrada al verme entrar en su casa con mi padre. La miré y sonreí.

-Me llamo..Laur..bueno, puede llamarme Lo... Su marido ha sido tan amable de invitarme a desayunar.

Ella me ofreció la mano. Se la estreché y noté que su mano era muy suave. A lo mejor de ahí había sacado yo la suavidad de mi piel.

-Yo soy Clara y ya veo que ha conocido a Mike -dijo, mirando a mi padre. Él le dirigió la mirada que quería decir, "Hablaremos de esto más tarde querida". Dios, que bien conocía esa mirada.

-Sí, así es. -Lo miré y le sonreí.

-Pues, por favor,siéntase como si estuviera en su casa.

Señora, esta casa es más mía de lo que lo será para usted jamás.

-¿Le gustan los huevos revueltos? -preguntó.

-Sí, señora. ¿Puedo ayudarla en algo? -No quería comportarme como una inútil.

-No, querida, así está bien. Tengo todo listo. Sólo tengo que traerlo. Adelante, siéntese a la mesa.

-Bueno, Lo... -empezó mi padre-. Me resulta muy familiar. ¿Conozco a su padre?

Que si lo conoce, pfff eres él...

-No creo. La verdad es que vivo al otro lado de la calle. Debía de estar muy cansada anoche cuando subí la escalera. -Buena coartada.

-mmm... claro-replicó él. Era su forma de decir que no se creía nada de lo que le estaba diciendo.

-Gracias otra vez por invitarme a pasar. Le agradezco que no haya llamado a la policía.

A FRIEND IN NEED (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora