Prisionera

11

Cuéntenme, ¿que les preció el capítulo anterior?¿Se lo esperaban?

Era rubio, de ojos verdes, se le escurría un hilo de sangre por la frente. Estaba apoyado contra un árbol y al borde del desmayo, cuando desapareció.

Sonó la''alarma'' y nos levantamos. Cuando llegamos al baño hicimos lo de siempre, en el caso de ellas ducharse, en mi caso besarme, manosearme, tener sexo con 12, y al final ducharme.

Fuimos a hacernos nuestras pruebas médicas, hicimos lo de siempre, solo que esta vez a las chicas y a mi nos pidieron que llenemos un frasco con orina, supongo que era por precaución ahora que estaba 12 y llegaría otro varón más.

Las pruebas terminaron, era hora de conocer a 11. Llegamos a el comedor y ahí estaba él, sentado. No es de sorprender que sea el mismo chico de mis sueños, así pasó con 12.

Nos sentamos alrededor de él y 12 fue el primero en hablar.

-Hola 11, soy 12- Dijo, pareciendo muy amistoso.

-Ese no es mi nombre- No parecía muy contento.

-Si no quieres que te encierren en una celda todo el día, ese va a ser tu nombre. Entendemos que te cueste el cambio, pero es necesario ahora la vida es así, y no podemos hacer nada para cambiarlo.-Lo amistoso se le estaba yendo, y estaba apareciendo el 12 arrogante que no me gustaba y que en parte yo ayudé a crear.

-Ellas son 13, 14, 15, y 16- Y nos señaló a cada una.

-En fin,no importa, tengo hambre.¿Alguien quiere desayunar?-No voy a permitir que sea así de insensible.

-No seas así con el, no es fácil- Le reproché

-Se las puede arreglar solo- Me respondió

-¿Se las puede arreglar solo?¡¿Se las puede arreglar solo?! Lo dice el que lloró en su primer día, ¡no voy a soportar que te comportes así con el!- Y se lo grité delante de todos.

-¿Me gritaste?.

-Sí, ¿sos sordo?

Me tomó del brazo y me llevó unos metros lejos, para que los demás no escucharan lo que estábamos hablando.

-No voy a soportar que me grites frente a todo el mundo-Me estaba tomando muy fuerte del brazo, y estaba comenzando a dolerme.

-Y yo no voy a soportar que lo trates así, está asustado, y te convendría llevarte bien con el. Es tu nuevo compañero de habitación.-Le recordé-¿Porqué lo tratas así? Te crees el rey, pero no lo sos. ¿O son celos? La pregunta es: ¿celos de qué?

-No tengo celos de él, ¿de qué podría tenerle celos?

Trate de cambiar de táctica y puse una voz amable.

-Por favor, quiero que lo trates bien.¿Sí? Hacelo por mí.

-No

-12, te lo suplico ¿sí?. Si querés lo hablamos en en tu habitación-Dije tratando de sonar algo seductora, sabiendo que iba a aflojar.

-Okay, pero si me saca de quicio no voy a dudar en gritarle.

Bueno al menos logré que lo trate bien.

-¿Podrías disculparte?-Le supliqué

-Para nada, no me voy a rebajar.

-¿12, que más querés que haga? Voy a hacer lo que haga falta para que te disculpes, después lo hablamos.

-Está bien, perdón por ser tan cabeza dura.

Volvimos hacia la mesa, nos sentamos juntos tomados de la mano por debajo de la mesa.

-Perdón-Dijo 12.

Todas las chicas se me quedaron mirando, claramente pensando en como hice que pida perdón.

-¿Quieren desayunar?-Pregunté amablemente.

-Sí-Dijo 16

Y desayunamos en completo silencio.