Prisionera

Entrenamiento

Los tres días siguientes nos dedicamos a entrenar. Bueno, más bien ellos se dedicaban a entrenar. Yo no tenía nada con lo que trabajar.
16 practicaba sus ilusiones conmigo.
15 corría de un lado a otro en el patio.
14 ya sabía como usar sus poderes.
12 practicaba su telekinesis en la ducha y en su habitación.
11 se teletransportaba de habitación en habitación y al baño.
10 pensaba formas de sacarnos.
9 hacía pesas con las camas, y algunas veces conmigo encima de la cama.
Me angustiaba que yo no pudiera hacer nada. Nadie entiende lo que es sentirse completamente inutil, entre personas sobresalientes.
La paciencia no es una cualidad muy propia de mí, pero lo único que podía hacer era esperar.
Dos días despues de la llegada de 9 tuve otro sueño.
Sierich estaba sentada detrás de un escritorio, de un cajón sacó un papel. Parecía ser una fotografía. La miró fijamente y una lágrima le recorrió la mejilla. Guardó la fotografía en el cajón y se secó la lágrima. Luego volvió a poner la misma cara amargada. Hasta las personas más duras ocultaban sufrimiento.
Cuando desperté 14 seguía durmiendo, entonces la desperté.
-Tuve otro sueño.
-¿Qué pasaba en tu sueño?
-Pensé que el sueño me lo había dado vos.
-Yo no hice nada 13.
-Soñé con Sierich. Ella miraba una fotografía y lloraba. Necesito ver esa fotografía.
- Supongo que sabes donde está.
- En un cajón de su escritorio.
-¿Como esperas conseguirlo?
-Mañana llega 8, podemos fingir una pelea. 11 puede teletransportarse dentro de la oficina y conseguir la foto. Así sabremos que es lo que la conmueve.
Los chicos y las chicas fueron informados con el plan, y aceptaron llevarlo a cabo.
Solo había que esperar hasta mañana.