Un día mi vida desaparece y me encuentro en una especie de internado, liderado por una mujer de mente retorcida, y un montón de jóvenes en mi misma situación: Prisioneros.
Esta es la historia de como conocí a mis nuevos amigos y a pesar de que ten...
He aquí unos fragmentos de mi -por ahora- corta relación con 11.
Luego de que pude terminar de llorar, me dirigí al baño a lavarme la cara. Cuando levanté la cabeza y me miré en el espejo vi que detrás mío estaba 11.
-No vale la pena llorar por el, créeme.
Me dí vuelta y lo abracé, el enrolló sus manos en mi cintura y me besó el cuello. Separamos un poco nuestro abrazo, lo suficiente para mirarnos a los ojos, luego tuvimos un beso muy lento, sin lengua ni nada de esas cosas. Fue....un pico largo.
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Pero sin dudas, fue especial.
-Entonces...¿Que somos?-Le pregunté
-Me gustaría mucho ser tu novio.
-Entonces podemos intentarlo.
Y nos volvimos a besar, esta vez con un poco más de intensidad.
-¿12 ya sabe de nosotros?
-Sí, lo dedujo por su cuenta. No lo tomó muy bien, bah como era de esperarse.
-Bueno, supongo que ahora tenemos el camino libre. Ya no nos va a molestar.
-Es solo que no puedo creer que se haya dado por vencido tan rápido, debe de querer arruinarnos de alguna forma- En el fondo sabía que el tramaba algo contra mí.
-No creo que sea capaz de hacer algo como eso.
-Vos no lo conoces al igual que yo, se de lo que es capaz.
-Ahora no tenemos que preocuparnos por nada- Me volvió a besar, mientras teníamos nuestras manos entrelazadas. Sentía que con cada beso que me daba algo en mi interior se curaba, y que a la vez se llevaba un pedazo de mi alma con él. Nunca sentí eso con 12.