Prisionera

Como una ''pareja normal''

Cuando terminamos de cenar, me dirigí a lavarme los dientes, luego entré a la habitación C, acompañada por 11. Me senté en la cama de 12 y esperé a que llegue.

Cuando llegó y me vio, sonrió. Se acostó, y yo hice lo mismo. Estábamos cara a cara, y esperaba a que él dijera algo. Pero solo me besó, lento pero ardiente, al mismo tiempo acariciaba mi pelo de una forma muy dulce. Separó nuestro beso.

-¿Te vas a quedar a dormir?

-No puedo.

-¿No podes o no querés?

-Ambas.

-Quiero que te vuelvas a sentir segura conmigo.

-Creo que eso va a llevar tiempo.

-Lo sé, no me tenes que tener miedo. Prometo no tocarte si accedes quedarte a dormir.

-Las chicas se van a preocupar si no voy a dormir con ellas.

-No importan las chicas, por favor quedate.

-¿Y si Sierich se entera de nosotros?

-No hay forma de que ella se entere. ¿Quién le va a contar?

-Puede pasar como la última vez, que nos encontró a punto de besarnos. Y el castigo va a ser peor si se entera de que se lo ocultamos todo este tiempo.

-Entonces voy a recibir el castigo que sea necesario, porque no me pienso apartar de vos. Nunca. Quedate.

No vi porque decirle que no, de todas formas 11 estaba en la cama de al lado.

-Me quedo.

-Gracias, significa mucho para mí.

Me dí la vuelta, dándole la espalda y el me abrazó fuertemente.

-Nunca te voy a dejar ir-Me susurró.

Estaba mojado, y prácticamente sin aire en los pulmones. Había estado a punto de ahogarse. No sabe como se las arregló para salir del agua. Miró sus manos, no las sentía. Su piel bronceada tenía un aspecto azul.