Prisionera

Nuestras Navidades

En una hora era Navidad, la primera Navidad que pasábamos sin nuestras familias. Si uno se fijaba bien en nosotros, no podía notar nada de felicidad, y menos espíritu navideño.
No ibamos a tener ninguna celebracion especial. Pero yo iba a estar toda la noche con 11, la persona mas especial que yo tenía ahora. El nos teletransportó al techo, donde no habían cámaras, y no esperábamos ver fuegos artificiales ni nada de eso. Solo queríamos estar abrazados mirándo el cielo y las estrellas en ese hermoso cielo despejado, en medio de toda esta desgracia de vida.
Nos estabamos besando, y acariciando.
-Feliz Navidad hermosa.
-Feliz Navidad amor.
Seguido de otro beso aún mas romántico que el anterior.
-Te tengo un regalo. Dame la mano- Le di mi mano, y el la tomo. Nos teletransportó a un lugar un tanto oscuro- Es un cementerio. Acá... están tus papas.
Me di cuenta de que delante nuestro habían dos lápidas, con los nombres de mis padres. Sin quererlo se me salió una lágrima.
-¿Querés que nos vayamos?
-Solo dame un momento- No había tenido la oportunidad de visitar la tumba de mis padres, esto significaba demasiado para mí- Gracias.
-No es nada, es lo único que podía hacer por vos.
-Quiero caminar. Vamos a otro lugar- Y cumpliendo mi pedido nos teletransportó a otro lado. Era una calle vacía.
-¿Donde estamos?
-Por allá está mi casa.
Caminamos en silencio por esa calle, hasta llegar a la casa que 11 había señalado previamente. Cuando estábamos parados en el umbral se volvió a teletransportar, esta vez dentro de una habitación de color azul con una cama de una plaza y media, un armario y una televisión.
-¿Es tu habitación?
-Era mi habitación.
Nos acostamos y el prendió la televisión. Se sentía sumamente raro estar acostados en una cama cómoda, mirando televisión. Parecía algo de otro mundo.
Giramos nuestras caras, mirándonos con ojos enamorados y nuestras bocas se fundieron en un beso lento y significativo.
Me daba miedo que las cosas cambiaran tan rápido en mi vida, no sabía como reaccionar y no creia ser lo suficientemente fuerte para poder afrontar todo y aún seguir de pie.