Una idea egoísta

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Fue esa noche donde soñé algo que valía la pena intentar.

Escapar solos junto a 11. Se que no es lo mas moral pero estoy desesperada por ver a mi hermana, y no puedo dejar a 11 atrás. Lo único que podría llegar a interponerse en mi plan era que 11 no quiera, pero haría todo lo posible para convencerlo.

Entre a la habitación C, y allí estaba el. 

-11, ¿podemos hablar?

-Si amor, vení.

-Acá no. En un lugar mas privado-Tomo mi mano y de un momento a otro estábamos en el techo del internado- Estuve pensando que.....- Me miró con cara de duda.

-¿Me queres dejar?

-¿Que?¡NO! Es que no es tan fácil de decir, uf.... okay. Quiero que escapemos solos.

-¿Solos? ¿Y los demás? El plan era irnos juntos.

-Ya se cual era el plan, pero no aguanto ni un minuto mas acá. En cambio, si escapamos solos no nos van a encontrar no vamos a tenerlos de carga-11 se puso a dar vueltas de un lado a otro.

-No vamos a hacer eso 13, yo no me voy a ir.

-Pero amor...

-¡Nicole, no me voy a ir de acá!

-Tenés que ir conmigo

-¿O que?- Necesito que vaya conmigo, tengo que pensar algo.

-O terminamos- Traté de decirlo con un aire decidido, solo espero que no me deje sola.

-Entonces terminamos- Y desapareció.

NO

NO

NO

NO

NO

NO

NO

No, esto esta mal. El...el me dejó. ¡Me dejó!. No se me ocurrió mejor cosa que sentarme y llorar. Esta noche me iría. Con o sin el.

Cuando llego en momento de volver dentro del internado me sequé la cara y fingí que nada pasó. 11 me estuvo evitando toda la tarde. Yo volvía a tener el corazón roto, el me cambió por todos ellos, los prefirió a ellos antes que a mi.

Ya era de noche, ya me iba a ir. Tomé un papel y una lapicera, le quería dejar unas últimas palabras a 11 porque nunca volveríamos a vernos.

Gracias, por romperme el corazón.

Traté de imitar su teletransportación, y lo logré. Aparecí en su habitación, el dormía al igual que los demás. Dejé el papel al costado de su cabeza, y lo observé por última vez.

Imaginé la casa de mis abuelos y me concentré. Ahí aparecí, de noche tenía un aspecto malévolo. Daría lo que fuera por escuchar una vez mas a mi mamá diciendo algo sobre el aspecto terrorífico de la casa. Entre, las llaves estaban en una maceta como siempre solía dejarlas.

Ahora debía averiguar en donde estaba mi hermana y darle la vida que se merece.

PrisioneraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora