Similar Enough |Harry Styles|

Capítulo 1

¡Hola! Tendría que haber subido ayer pero no pude, aquí os dejo el primer capítulo, me impresionó bastante (siendo sincera) que tan solo el prólogo llegara a 45 votos y 21 comentarios, nunca pensé que superaría la cifra en un día y medio. 

Me gustaría dedicar cada capítulo a un lector, por eso, si quieres que te dedique uno, solo dilo en un comentario y listo :)

No os aburro más, espero que os guste y un beso xx

 El despertador empezó a sonar. ¿Ya era lunes? Matadme por favor. Me levanté de la cama y fui al aseo. Me duché y cuando salí, me arreglé el pelo.

Fui al armario a escoger la ropa que me pondría el primer día del último curso de instituto. Me decidí por una camiseta en la que ponía «I hate everyone» y en cierto modo era verdad. Nadie en mi instituto me caía bien y yo a ellos tampoco. Era una relación de odio mutuo.

Me puse mis leggins negros con cruces blancas y mis botas de estilo militar –también negras-. Por último, me puse un gorro de lana a pesar de que no hacía mucho frío. Más bien, lo usaba para adornar mi pelo azulado.

Me miré en el espejo de mi habitación. Mordí el aro de mi labio. Sabía que en cuanto entrara por la puerta, todas las miradas irían directas a mí.

No era nada nuevo.

Cogí mi mochila y bajé a desayunar. Brian aún estaba tumbado en su cama. No sé a qué hora llegó por la noche. Puto borracho, era mi padre pero lo odiaba.

Cuando mi madre nos dejó tirados, yo tenía 6 años. Desde entonces, él ha estado ausente y empezó a beber y a consumir. Se derrumbó y me arrastró con él. En mis muñecas las marcas me recordaban mi pasado todos los días. Conseguí dejar de cortarme hace unos dos años y para evitar recaer, tiré las cuchillas por el váter.

Poco a poco fui saliendo yo sola de toda su mierda.

Llegué a la cocina y abrí el frigorífico. Joder, solo había un triste huevo y dos botellas de cerveza. Lo cerré de un portazo debido a mi rabia. Seguro que se había gastado el dinero que le di en cocaína.

Cogí mis llaves, mi móvil y mi paquete de tabaco, saqué un cigarrillo y lo encendí. Ya estaba estresada de buena mañana. Me colgué la mochila al hombro y salí de ese infierno al que llamaba casa.

Empecé a caminar hacia el instituto, pero me desvié un poco de la ruta. Me gustaba fumar sentada, para tranquilizarme. El tabaco era caro y difícil de conseguir con 16 años.

Llegué al parque al que normalmente iban los jubilados a hablar y a jugar a la petanca. A estas horas de la mañana no había nadie y el silencio lo llenaba todo.

Me senté en un banco y me concentré en mi cigarro casi entero. Le di una calada y expulsé el humo en forma de círculo. Me divertía hacer formas con el humo. Cuando lo terminé, lo tiré al suelo y lo pisé para apagarlo.

Retomé el camino al instituto. Las calles a las ocho de la mañana no están muy animadas. Me puse mis cascos y los conecté a mi móvil. Puse el aleatorio y sonó «The man who sold the world» de Nirvana. Era mi grupo favorito.

Después de unas cuantas canciones al azar, llegué al instituto.

Respiré por última vez el aire de la libertad y entré. Fui al tablón a ver qué clase tenía que ir. Como supuse, todas las miradas se posaron en mí mientras caminaba. Yo simplemente los ignoré. Llegué al tablón y busqué mi nombre.

Mis ojos fueron hasta el final de la lista directamente; «Willson, Kath» Lo encontré y miré la clase en la que me tocaba: Biología.

«¡Bien! ¡Viva! ¡Genial! No» Pensé. ¿Biología un lunes a primera hora de la mañana? ¿Qué mierda se fumó el que escribió esto? Resoplé y fui a la clase. Llegué y desde la puerta vi a mis "agradables" compañeros, a la mayoría los conocía del año pasado.