Similar Enough |Harry Styles|

Capítulo 5

¡Hola! Gracias por votar tanto, veo que la novela gusta y eso me hace feliz, de verdad, gracias, no sé como agradeceroslo. Solo quiero decir una cosa, le doy mucha importancia a los comentarios porque me gusta saber vuestras opiniones, por eso, como veo que puedo llegar a los 55 votos, quiero que comentéis más, también veo que tengo como de 200 a 300 lecturas por capítulo y eso me encanta, por eso, si de verdad me lee tanta gente, me gustaría que comentárais y votárais, lo digo por las lectoras fantasma.  

Subiré el próximo con 60 votos y 25 comentarios como mínimo. 

VOTAD. 

COMENTAD. 

Un beso xx

A la media hora Harry estaba de vuelta, entró en el taller empujando el coche, lo cual me hizo bastante gracia. Me quedé ahí viendo como entre Ted y él llevaban el coche hasta el interior, también miraba como la cara de Harry ponía expresiones mientras le contaba a Ted sobre el problema con su coche.

-Te gusta. –Me susurró Charlie mientras los observaba a mi lado de brazos cruzados. Giré la cara hacia él sorprendida.

-¿Pero qué coño dices? ¿Por qué crees eso? –Le pregunté un tanto borde.

-Bueno, -Se encogió de hombros- No le quitas los ojos de encima desde que ha venido y a veces sonríes, creo que te empieza a gustar. –Ni de coña me empezaba a gustar ese tío.

-Pues estás muy equivocado. –Le contesté apartando la mirada de él para volver a fijarla en el rizado.

-Deberías derribar ese muro que has levantado entre las personas y tú y empezar a darte cuenta de cosas. –Dijo negando y se marchó. Vi cómo se alejaba poco a poco y me dejaba ahí, con una expresión de confusión en mi cara. ¿A qué venía eso? ¿Qué derribara el muro? Nunca, eso no pasaría nunca.

Si me acercaba a la gente, me harían daño y no quería que eso ocurriera de nuevo. Negué con la cabeza como si Charlie me fuera a ver y volví hacia la zona de recepción ya que había escuchado las campanitas de la puerta sonar.

Las horas pasaron despacio, demasiado para mi opinión. Al final tuve que ayudar a reparar el parabrisas de un coche que estaba agrietado, nada del otro mundo pero por cosas así me pagaban un poco más y eso me venía bien.

Eran las once cuando salí del taller, el frío me caló como si me hubieran dado una bofetada en la cara. Llevaba solo la sudadera y me estaba helando. Me crucé de brazos para guardar el calor y caminé rápido, mi casa estaba lejos de aquí y en estos momentos maldecía todo lo que podía maldecir por no poder ir en coche o algo por el estilo.

Llevaba diez minutos caminando por la oscura calle cuando escuché el rugido de una moto, aceleré el paso porque tengo que reconocer que me dio un poco de miedo. Iba sola por la calle, apenas sin ropa y era de noche. Escuché la moto un poco más cerca y yo iba ya casi corriendo.

-¡Eh! –Escuché a Harry- ¡Para pelo azul! –Gritó. Me tranquilicé al saber que era él, tapé mis orejas con el gorro y caminé hacia su moto.

-Tengo nombre, soy Kath, por cierto, ¿qué haces aquí? Es tarde. –Dije más cerca mientras el vapor salía de mis labios al pronunciar las palabras.

-Me enteré de tu horario y pensé que… -Se calló como si le diera vergüenza decirlo o algo parecido- sería peligroso que fueras tu sola y pensé que sería buena idea pasar a recogerte. –Creo que eso me alivió un poco. Espera, es una moto, lo que significa que tendría que ir agarrada a él y no quiero que eso pase. Lo miré con una expresión dura y retrocedí unos pasos, escondí mis manos debajo de las mangas de la sudadera y la estiré para intentar que cubriera más mis piernas aunque fuera imposible.