3ª Temporada: Capítulo 4

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¡Hola! Sé que hace más de una semana que no actualizo pero apenas llego a los 200 votos y eso me molesta un poco, también comprendo que últimamente el fanfic está aburrido por el tema de Islandia pero he decidido finalizar eso y bueno, en este capítulo por fin ocurrirá algo. 

Esta vez no me apetece pedir un número de votos porque sé que no voy a llegar así que votad quien queráis y subiré cuando quiera. También comentad si os da la gana o si no, pues nada. 

Un beso xx

Dos semanas después

HARRY

-Abróchense los cinturones, el vuelo emprenderá en breve. -Dijo una voz femenina por la megafonía del avión.

Sí, estaba en un avión y sí, con destino a Islandia.

Al final conseguí el dinero vendiendo cocaína por ahí, más lo que gané en el restaurante, más lo que me dio mi padre, más lo que me prestó Sky, sí, la que parecía una guarra vino un día a mi casa con una caja llena de galletas caseras y me dijo que se sentía mal por haberse acostado conmigo, yo la perdoné, nos comimos las galletas y luego ella me ofreció el dinero.

Me puse cómodo ya que me esperaban al menos tres horas de viaje. Creo que me dormí porque cuando abrí los ojos el hombre que tenía al lado me dijo que estábamos a punto de aterrizar.

Estaba bastante nervioso ya que al llegar allí tendría que buscarla y eso más o menos lo tenía controlado pero, ¿y cuándo la viera? ¿Iba a pegarme o a tirarse a mis brazos? Esa pregunta me estaba matando y claramente solo la resolvería cuando la encontrara.



Al salir del aeropuerto ya con mi maleta y demás, miré a mi alrededor buscando un taxi que me llevara hasta algún sitio. Iba muy perdido, miré el mapa que imprimí ayer frunciendo el ceño. Un taxi paró enfrente de mí y me acerqué.

-¿Puede ayudarme? No sé dónde estoy y tengo que llegar a algún sitio que no sé cual es. -El conductor me miró, posiblemente no hablara muy bien inglés ya que tardó un par de minutos en contestar.

Al final acordamos que me dejaría en el centro y entonces yo desde allí ya buscaría la casa, tenía mis contactos y había conseguido una foto de como era por fuera, aunque pareciera que no, eso me facilitaba bastante encontrarla.



Recorrí casi todas las calles hasta que después de varias horas llegué a un lago precioso, admito que hacía un frío de cojones pero ya hacía un rato que no lo sentía tanto por lo que me quedé unos minutos ahí para descansar.

Miré a mi alrededor, este lugar era muy tranquilo, tanto que me estaba poniendo de los nervios, ¿cómo había podido aguantar Kath aquí más de un mes? No le encontraba explicación.

Mi vista se fijó en una casa, miré la foto que llevaba en la mano, volví a mirar la casa, me puse de pie y miré de nuevo la foto, joder, era esa. Me puse nervioso y caminé deprisa para comprobar de cerca si era aquella o no pero estaba bastante seguro.

Llegué y puse la mano en el timbre pero antes de tocar me detuve, no podía llamar al timbre porque principalmente no me abrirían. Tenía que buscar una ventana que diera a alguna habitación -preferiblemente la de Kath- para poder entrar sin que nadie se diera cuenta.

Rodeé la casa, que no era muy grande lo que yo agradecí profundamente, buscando una maldita ventana por la que mirar. Tenía que llevar cuidado y no hacer mucho ruido por si las paredes eran finas o algo así.

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