Capítulo 11

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¡Hola! Madre mía 80 votos en el anterior capítulo, estoy alucinando vale, solo necesito un momento. Es muy fuerte porque siendo sincera nunca pensé que llegaría a tal cifra. Bueno, también vengo a pediros perdón por el retraso con el capítulo, enserio lo siento mucho pero no he tenido tiempo para escribirlo hasta hace apenas unas horas.

Como veo que me lee la suficiente gente para llegar a los 80 votos, por fin voy a subir las cifras, intentaré actualizar con el capítulo 12 cuando alcance los 80 votos y 25 comentarios.

Espero que lo disfrutéis, un beso xx

 El invierno cada vez se acercaba más, estábamos a finales de octubre y yo tuve la genial idea de salir a que me diera el aire. Sí, me había dado pero bien. La conversación con Emily quedó unas dos semanas atrás y desde entonces no he vuelto a hablar con ella.

Al principio, ella intentaba acercarse a mí pero simplemente no le dejé y acabó aceptando que no podríamos ser más que conocidas. Pero de todas formas sentía que tenía la confianza suficiente para hablarle del tema Styles, como le había llamado.

Durante esas dos semanas, había pintado tres dibujos más, uno de ellos sobre Harry de nuevo, pero esta vez no tan realista, ya que estaba enfada cuando lo dibujé, y me quedó feo. De todas formas lo guardé.

Mi cuerpo tembló al girar la esquina, ya que recibí de cara una ráfaga helada. Caminé más deprisa, casi corriendo para llegar cuanto antes a casa de Niall. Hacía mucho tiempo que no sabía de él y tengo que reconocer que lo echaba mucho de menos. Últimamente había estado más sola de lo normal pero eso me había venido bien para pensar.

Había llegado a la conclusión de que realmente no me gustaba Harry, para nada, simplemente estaba estresada por el momento en el que perdí el control de las cosas y confundí los sentimientos. De igual manera, él no me había dirigido tampoco la palabra, como soy muy orgullosa y sé que él también, no hablamos en esas dos semanas casi nada.

Llegué al portal y repetí los mismos pasos, empujé la puerta, pasé y caminé hacia la puerta de su casa, toqué y esperé. Se hacía muy rutinario pero me daba igual, Niall no era un chico que saliera mucho de casa. En el pasado tuvo problemas, se metió en asuntos en los que no debió meterse y por eso, debe tener cuidado de por dónde anda.

Si os preguntáis que le pasaría, simplemente le pegarían un tiro entre ceja y ceja en cuanto se dieran cuenta de que está en desventaja. Por eso tampoco tiene móvil, podrían rastrearlo y encontrar su casa y eso sería fatal.

Entreabrió la puerta y al verme, ambos sonreímos, intuía que él me había echado en falta también. Me dejó pasar y cerró detrás de él. Yo no lo esperé y me senté en el sofá, para después taparme con su manta, que estaba caliente y por fin, sentir como la presión de mi pecho disminuía.

-¿Qué ha sido de la pequeña chica de pelo azul durante las últimas semanas? No miento si te digo que he estado la mar de tranquilo. –Dijo mientras se tumbaba encima de mí y me aplastaba, seguidamente estiró las piernas y ocupó todo el sofá. Yo me quejé pero lo dejé ahí.

-No mucho, ralladas mentales ¿y de la tuya?

-Gané una partida de póker e invertí bien ese dinero, ¿ralladas mentales? Valla, parece que tendré que reabrir la consulta del psicólogo Horan. –Bromeó y yo me reí mientras le pegaba un puñetazo en el brazo y echaba la cabeza hacia atrás. Ya empezaba a entrar en calor e instintivamente comencé a pasar las manos por su pelo rubio.

-Eres tonto. –Le comenté- Y sigo opinando que el lila te quedaría bien. –Él cerró los ojos.

-El rosa es de chicas, me haría parecer débil y los de las partidas de póker no me tomarían enserio. –Yo me reí al imaginarme el panorama.

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