Capítulo 30

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¡Hola! Madre mía, ¿treinta capítulos ya? Nunca he escrito algo tan extenso. Gracias a mis fieles lectores que llevan ahí desde el primer capítulo y también gracias a los lectores que se enganchan ahora a leerla, sin vosotros esto no llegaría a ningún sitio. También gracias a mis 400 segudores, sois lo mejor.

Ahora algo """importante""" no voy a hacer segunda temporada de SE, os explico el porqué, tengo otra novela y terminé la primera temporada, creé la segunda y perdí casi todos los lectores, por eso, prefiero continuarla aquí hasta que vea un buen final (ya os digo que el final está lejos)

Pido 125 votos y que comentéis para que suba el siguiente, como siempre.

Un beso xx

Después de la ida de Louis, la casa completa se quedó sumida en silencio. Yo no me moví y volví a escuchar la puerta cerrarse. Creo que al fin Harry y yo estábamos solos. Muchísimas preguntas rondaban por mi cabeza.

Harry entró en la habitación y se sentó a mi lado en la cama. Me miró y cogió mi mano, empezó a jugar con ella y yo no pude evitar reírme, se veía adorable ahora mismo.

-¿Has escuchado algo? –Preguntó.

-Que va, hablabais demasiado bajo para que pudiera escuchar algo. –Dije sarcásticamente.

-Idiota. –Me contestó.

-Harry gritabas como un loco, ¿cómo quieres que no os oiga? –Harry asintió y dejó mi mano en la cama de nuevo.

-Así me ahorro tener que explicártelo todo ahora. –Se frotó la cara con ambas manos y se tumbó hacia atrás cayendo sobre mis piernas pero sin llegar a aplastarme.

-¿Qué tienes que explicarme? Son tus asuntos Harry, aunque sepa que de alguna manera estoy metida en eso, prefiero no enterarme ya que sé que es alguna mierda bastante jodida y ya tengo suficiente con mis problemas propios.

-Ojalá hubiera más chicas como tú. –Lo miré confusa-Sí, de las que no quieren enterarse de todos los putos cotilleos que circulan a su alrededor.

-Ah. –Hubo un silencio bastante corto- Me temo que esa especie de chicas es limitada, puede que encuentres una entre un millón. –Dije abriendo los brazos para crear exageración y Harry se rió.

Mi barriga hizo ruido bastante fuerte, ahora que lo pensaba, no había comido nada desde que me había levantado porque no me encontraba bien y después me había ido a casa a recoger las cosas y las horas pasaron volando.

-Harry tengo hambre. –Le dije.

-Pues hazte algo de comer. –Se encogió de hombros, que morro tiene este tío madre mía.

-No tengo ni puta idea de cómo funciona tu cocina así que levanta ese culo de la cama y me ayudas. –Le ordené, Harry se quejó un poco pero me hizo caso. Fuimos a la cocina y Harry lo preparó todo- ¿Qué vas a cocinarme chef? –Le dije de broma.

-Dirás qué vamos a cocinar, podemos hacer pescado y patatas o algo así.

-El pescado me da asco. –Puse cara de asco- Podemos preparar pescado y patatas pero sin pescado, ¿qué me dices? –Propuse, era una gilipollez porque simplemente serían patatas pero por intentarlo no perdía nada.

-¿Lo dices enserio? –Harry se rió mientras ponía un poco de aceite en la sartén- Creo que lo mejor será que preparemos unas hamburguesas. –Yo asentí y nos pusimos a ello. Saqué las hamburguesas de la nevera y las dejé un momento para ir a buscar el pan. Cuando lo tuve volví a mi puesto y ayudé a Harry, yo quitaba los plásticos protectores a las hamburguesas y Harry las preparaba.

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