Similar Enough |Harry Styles|

Capítulo 4

¡Hola! Vengo a deciros que como han empezado las clases, no podré subir tan seguido, lo intentaré pero si alguna vez tardo un poco más, espero que me perdonéis porque tengo poco tiempo. 

Gracias por comentar y votar tanto ^^ con cada capítulo voy aumentando poco a poco el número de votos y comentarios (creo que os habéis fijado) esta vez subiré a los 55 votos y 25 comentarios.

Un beso xx

Salí a tirar la basura cuando terminé de comer la pizza. Mi padre se había ido a su habitación cerrando la puerta tras él. Por lo menos así no tendría que aguantarlo. Miré la hora, eran las tres y media, yo tenía que estar en el taller a las cinco, tenía un horario un poco extraño ya que, al tener instituto por las mañanas, el dueño del taller acordó en que fuera solo por las tardes, cobraba un poco menos pero por lo menos me llegaba para mantenerme.

Decidí ponerme algo más viejo para evitar que se me estropeara, el taller era un sitio muy sucio pero ahí me sentía bien, la mayor parte del tiempo y si los clientes no me molestaban mucho. Algunos eran realmente idiotas y prepotentes.

Ya se me había pasado el cabreo por lo que me había dicho Harry esa mañana, sinceramente me pareció divertido pegarle, creo que se merece que alguien le baje los humos, que los tiene realmente subidos.

Va de chulo y de chico perfecto por la vida y si quiere conseguir algo conmigo, cosa que dudo que pase, con esa actitud no logrará mucho. A decir verdad, creo que es peor que yo, en el sentido de que, sí, yo soy borde, egoísta, mala, mentirosa y mierdas así, pero él es prepotente y superficial, demasiado superficial, y eso hace que lo odie más que a cualquier persona.

Me puse unos vaqueros un poco rotos y gastados que tenía y una sudadera negra sin capucha, que me quedaba bastante holgada. Me recogí mi pelo azul en una coleta alta para que después no me molestara y me tumbé en mi cama.

Ahora que me daba cuenta, la mayor parte del tiempo, lo pasaba tumbada sin hacer nada. Bueno, de todas formas, no tenía nada que hacer. Cogí mi mochila que estaba tirada en el suelo y saquí un cigarro del paquete, me quedaban tres, tenía que racionarlos hasta mañana por la tarde que fuera otra vez a casa de Niall a por más.

Luego busqué el encendedor y dejé que la llama prendiera la cosa que me mataba por dentro. Aspiré el humo y después abrí los labios dejando que poco a poco saliera de mí. Hacía ya unos años que fumaba, creo que dos y medio o tres, no recuerdo bien, ya era demasiado tarde para dejarlo.

Me concentré en terminar el cigarro, después, tiré la colilla a la papelera y abrí la ventana para que el denso humo saliera de la habitación. Miré la hora en el móvil, no me gustaba llegar tarde a los sitios, creo que esa es una de mis pocas cualidades, no sé.

Me senté en la silla de mi escritorio y puse la mochila encima, ni siquiera había llevado libros ese día, iba bastante perdida pero, ¿qué más da? Tenía que organizarme el tiempo y precisamente no me quedaban horas para estudiar.

Me levanté dejando ahí encima la mochila y me calcé las Vans de pega que tenía, ya que no eran de imitación porque claramente no podía comprar unas auténticas y también me puse mi gorro negro, me miré al espejo y salí de mi habitación.

A veces mi vida era aburrida. Entré en la cocina y cogí una manzana que quedaba en la cesta, la lavé y salí de casa sin olvidarme de coger mi móvil y mis llaves. Aún me quedaba un poco de tiempo libre antes de empezar el turno en el taller, por eso, decidí ir a dar una vuelta por el barrio.

Unas niñas muy monas jugaban a saltar a la comba en el verde césped de la entrada de su casa. En mi infancia nunca había tenido un momento para jugar o estar realmente feliz ya que mi madre nos abandonó para marcharse con otro tío, al cual odio más que a nadie en el mundo, y por esa misma razón, siempre he estado preocupada por lo que pasará en el futuro.