Similar Enough |Harry Styles|

Capítulo 8

¡Hola! Siento si tardo mucho en actualizar la novela pero como comprenderéis no soy una máquina que está todo el día escribiendo, tengo mi vida y escribir es solo un hobbie, por eso, si alguna vez tardo más, espero que me entendáis porque seguramente será porque no he tenido tiempo para escribir. Sé que muchas me entendéis, ya que estáis en la misma situación que yo, solo os lo digo para que lo sepáis. 

Ah, yo siempre pido votos y comentarios porque si no, sé que la mayoría de vosotros no votáis y mucho menos comentáis, espero que no os moleste pero quiero que esta novela tenga éxito o por lo menos intentarlo. Subiré el próximo a los 60 votos y 25 comentarios. 

Espero que os guste, un beso xx

Tragué saliva, Harry me miraba mientras abría lentamente la carpeta, eso lo hacía para provocarme. Una vez abierta, miró dentro, para mi sorpresa, a simple vista se veía un folio en blanco, intenté tranquilizarme.

Bien Kath, algo has hecho bien, no estaba encima de todos los folios, un punto para ti. Mi mente gritaba para que no rebuscara entre las hojas. Harry elevó el ceño, desconcertado.

-¿Folios en blanco? ¿Eso era lo que escondías? Joder, eres rara de cojones. –Dijo a punto de cerrarla, yo estaba por suspirar aliviada pero no me permití ese lujo ya qué volvió a abrirla y empezó a rebuscar entre ellos. Estaba casi al final del montón cuando vi el color marrón que había usado en su pelo, mi cuerpo reaccionó al momento, quitándole la carpeta de las manos y cerrándola para instantes después, guardarla en la mochila.

-No te importa que llevo en la carpeta. –Finalicé nuestra conversación. Terminé pintando estrellas y diamantes en las esquinas de la mesa y Harry simplemente miraba, cosa que al principio me incomodó, pero al final lo ignoré.

El timbre por fin sonó dando por terminada esa maldita clase. Me colgué la mochila al hombro y fui a levantarme pero su mano agarró mi muñeca impidiéndolo, agh, ¿por qué tenía que intentar que todo fuera como en una película? Me ponía enferma.

-¿Qué quieres ahora? –Le reproché soltándome de su agarre.

-Nada, solo decirte que dibujas muy bien. –Eso me… no sabía cómo encasillar ese comentario.

-Ah. –Me limité a decir, ¿qué queréis que le conteste? ¿Gracias Harry Styles te amo, vamos al aseo a copular? No joder, yo no era una desesperada y su comentario me había pillado de sorpresa. Un silencio incómodo se extendió entre nosotros, nos habíamos quedados solos en clase, incluso el calvo profesor había salido de esta cárcel.

Negué con la cabeza instintivamente, me puse un mechón de pelo detrás de la oreja y abandoné el aula sin dirigirle ni una palabra más a Harry. Avancé por los pasillos deprisa, empujando a la gente que se interponía por mi camino y lo más importante, sin mirar atrás, dándoles a entender que me importaba más bien poco lo que les pasara.

Odiaba a toda esta gente: te odio a ti cerda, le dije en mi mente a la que pasó a mi lado. Oh, y no nos olvidemos de ti, gilipollas, a ti también te odio, ¿por qué? No sé, simplemente siento odio hacia ti, pensé hacia el chico que venía peinándose, mientras que una puta rubia con mucho escote se colocaba bajo su brazo y se rodeaba el hombro con él. Idiota desesperada.

¿Las chicas de hoy en día no saben estar solas? ¿No son suficientes para sí mismas, que necesitan estar continuamente con un tío para sentirse queridas? Esta sociedad daba mucho asco, puede que esto fuera algo que a la gente normal no le importara mucho, pero yo no era normal.

Sin darme cuenta, sumida en mis pensamientos, llegué a mi siguiente clase. Suspiré, ya estaba cansada de que me comieran la cabeza. ¿Los profesores no entendían que mandando temas y más temas para estudiar no conseguían motivar a los alumnos? Simplemente conseguían que la joven sociedad no aspirara a nada y que el fracaso escolar del país aumentara. En fin, me daba igual.