Similar Enough |Harry Styles|

2ª Temporada: Capítulo 5

¡Hola! No sé que escribir hoy aquí, supongo que muchas estábais esperando este capítulo según he leído muchas veces en los comentarios. También tenéis que entender que lo que no puede ser nunca será, pero de todas formas quería teneros contentas a la mayoría. 

Pido 155 votos a ver si puedo llegar y si no, a los 150 como siempre subiré, ya sabéis, votad y comentad para que sepa si os gusta o no. 

Un beso xx

Justo cuando pensaba que todo iba bien, justo en ese momento en el que podía decir que era casi feliz, justo ahí fue cuando todo se vino abajo. ¿Por qué Louis me querría enseñar esas fotos? ¿A caso le ocurrió algo con Harry? Quería saber la razón de su sabotaje pero ahora no era el mejor momento.

Me levanté de la incómoda silla y recogí todas las fotos del suelo. Sequé mis ojos, me escocían mucho pero no iba a llorar más, él no lo merecía, él no lloraría por mí, porque él no me quiere, así que yo tampoco lo haría.

Salí de la pequeña casa y corrí hacia el interior de la casa de mi madre y Ben, toqué al timbre ya que no tenía llaves y esperé a que me abrieran la puerta. Mi madre me recibió y me miró preocupada.

-¿Kath estás bien? –Preguntó como si realmente fuera una buena madre.

-¿No ves que no? –Dije con voz ronca mientras la apartaba dándole un golpe, caminé rápidamente hacia mi habitación y cerré la puerta de golpe cuando entré.

Me tumbé en la cama y me quedé ahí, sin hacer nada, sin pensar en absolutamente en nada, sin hacer ni el más mínimo ruido. Creo que nunca había estado tan… así.

Alguien tocó pero yo no contesté, escuché como se abría la puerta lentamente, yo no reaccioné. Un peso se apoyó en los pies de la cama y una mano se posó en mi pierna, la dejé ahí.

-Puedes contármelo… si quieres. –Dijo mi madre con cautela, me tenía miedo. No le contesté y ella suspiró- Kath, quiero que sepas que estoy muy arrepentida de lo que hice, era joven y necesitaba a alguien que me quisiera, no era responsable y casi no podía mantenerme a mí misma, mucho menos a una niña pequeña…

-Eso me da igual ahora, el pasado ya no se puede cambiar, por mucho que intentes disculparlo. –Susurré.

-Lo sé cielo.

-No me llames eso, no lo soy. –Proseguí, pero todavía no la miraba. En su lugar, mi vista estaba fijada en la pared blanca que tenía enfrente. Perdida. Tal y como yo estaba ahora.

-¿Entonces?

-Soy algo parecido al infierno. –Me sinceré.

-No te creo. –Pude notar como negaba.

-Pues vale. –Me rendí sin ganas de seguir con esta pequeña disputa.

-Sé que no confías en mí, pero también me gustaría que tú supieras que tienes una compañera a la que puedes contarle tus problemas y que intentará ayudarte lo mejor que pueda. –Hubo un momento de silencio, pensé en todo de nuevo y sin quererlo, empecé a llorar otra vez en silencio.

Noté como se levantaba de la cama y antes de que llegara a la puerta empecé a hablar. No sabía por qué lo hacía pero no quería quedarme sola ahora y ella era la única que podría consolarme.

-Me ha engañado. –Susurré.

-¿Quién? –Dijo y se sentó a mi lado, me acarició el pelo y me cogió de la mano, yo seguía sin mirarla, no podía contarle esto si la miraba a los ojos. Simplemente no podía.