Capítulo 16

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¡Hola! Aquí tenéis el segundo capítulo del maratón, espero que os esté gustando, creo que si esto sale bien, volveré a hacer otro maratón, más a delante, depende de como termine este. Vuelvo a repetir, si queréis que os dedique un capítulo, decídmelo en un comentario.

Como sigo con el maratón, solo os pido que votéis y comentéis, quiero llegar pronto a los 2 mil votos, por favor, os lo agradecería muchísimo. 

El tercer y último capítulo del maratón lo subiré a las 21h en España.

Un beso xx

Nos miramos de nuevo, mi estómago ahora mismo estaba revolucionado, muchas chicas dirían que tienen mariposas revoloteando, pero eso es muy cursi y yo no tengo mierdas de esas. Aprovechando que estaba sumida en mis pensamientos, elevó un poco su cabeza y juntó nuestras frentes.

-Estando borracho te ponen muy pegajoso. –Comenté y me reí. Mierda, ahora empezaba la hora de las risas, él también se rió por mi comentario. Cerré los ojos y relajé el cuerpo.

-Y veo que te gusta. –Me contestó y juntó nuestros labios, me sentía algo mareada pero no me detuve y le seguí el beso. Ya sabía que me había ganado, Harry había ganado esta batalla, pero yo ganaría la guerra. No iba a dejarme vencer tan fácilmente y, sobretodo, no dejaría que Harry ganara.

Sentí una sensación muy rara en mi pecho, tenía ganas de gritar, pero no en el mal sentido, todo lo contrario, me sentía realmente bien. Hacía tiempo que no me relajaba, que no besaba a nadie y creo que a veces está bien bajar la guardia un poco.

El mareo se hizo más presente y me empezó a doler la cabeza. Mierda, la felicidad se esfumaba. No quería separarme de sus labios, tenía que admitir que ya era adicta, ya había caído en sus redes, como muchas otras antes lo habían hecho, pero yo no quería ser otra más.

Yo quería ser única, yo era única.

Me separé de él, sentía que me caía y tenía ganas de vomitar, no tenía mucho aguante frente al alcohol y eso me molestaba, porque me gustaba beber, me hacía desconectar. Harry me miró desconcertado y yo me levanté, corrí hacia el aseo y lo eché todo por el váter.

Él se quedó en la puerta mirándome, al final paré, creo que ya me había quedado vacía pero el mareo y el dolor de cabeza no cesaban.

-¿Estás bien? –Negué, aún sin levantarme. Harry se acercó a mí y me ayudó a ponerme en pie. Me cogió en forma de princesa y yo estaba demasiado mareada como para quejarme. Puse los brazos alrededor de su cuello y la cabeza en su pecho, aspiré su aroma y me relajé.

Me llevó a la cama y me tumbó, después dio la vuelta y se tumbó a mi lado, me acercó a él y yo le dejé abrazarme. Cerré los ojos y creo que me dormí.

Desperté después de no sé cuánto tiempo durmiendo, y me incorporé buscando a Harry con la mirada, no estaba, me puse un poco nerviosa al no verlo aquí conmigo. Ya me encontraba mejor pero no el no ver a Harry me puso un poco triste.

Me volví a tumbar y suspiré. Lo que había pasado hoy había estado bien, pero tenía que llevar cuidado. No sabía las intenciones de Harry y eso me preocupaba. Cerré los ojos. La noche ya había casi acabado, vaya, había dormido mucho.

Levanté mi culo de la cama y fui al aseo, abrí un armario y cogí el bote de aspirinas. El mareo había acabado pero el dolor de cabeza seguía así. Cogí dos y me las tomé con agua. Me miré al espejo, daba miedo, tenía todo el maquillaje corrido, el pelo enmarañado y unas ojeras de caballo. Me arreglé lo que pude: quitándome  el maquillaje, peinándome un poco y bueno, contra las ojeras no podía hacer nada, así que simplemente las dejé ahí.

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